Pesca.- Vigo alberga el primer biobanco mundial de muestras de parásitos marinos

VIGO, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -

Vigo alberga, desde este lunes, el primer biobanco del mundo que se dedica a la recogida, almacenaje y distribución de parásitos marinos y biomoléculas asociadas como, por ejemplo el anisakis.

El biobanco es una iniciativa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y surge en el marco del proyecto europeo Parasite, el cual cuenta con una financiación de cuatro millones de euros y en el que, desde febrero, se encuentran trabajando 21 organismos investigadores y pymes de Europa y Asia.

Este proyecto concluirá en 2016 y, coordinado por el propio CSIC a través del grupo Ecobiomar del Instituto de Investigaciones Marinas, busca mitigar el impacto de parásitos presentes en productos de la pesca tanto europeos como de importación. De esta forma, no solo mejora la seguridad alimentaria sino que también fortalece la competitividad de los productos pesqueros.

Según explica el responsable del biobanco, el investigador Ángel González, aunque en los últimos años se ha avanzado mucho en el diagnóstico de las parasitosis presentes en los stock explotados y en los productos derivados, "es necesario continuar indagando para mitigar su impacto.

Así, el biobanco juega un papel fundamental, pues no solo permite almacenar, sino también compartir el material biológico y la información "con garantías totales de calidad".

FUNCIONAMIENTO

El biobanco nace de la colaboración entre el Instituto de Investigaciones Marinas y la empresa Comercial Hospitalaria Grupo-3 (CHG3) con la filosofía de garantizar el control del proceso de cesión-donación de las muestras, además de definir una infraestructura de laboratorio que confiera calidad, orden, destino y trazabilidad.

El nodo central tiene su sede en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, que es el que se encarga de administrar y gestionar las muestras. Además, hay tres sub-nodos (Bergen, Roma y Madrid) conectados al central.

En cada uno de ellos se reciben ejemplares de diferentes especies marinas de interés comercial y se analiza el impacto de algunos parásitos a fin de proponer mejoras en la salubridad del producto y del medio ambiente y reducir el impacto de la parasitación en los productos comerciales.

El biobanco incluye un 'software' donde se almacenan todos los datos a fin de que puedan ser analizados dentro del proyecto Parasite, que actúa en los océanos Atlántico y Pacífico y en el Mar Mediterráneo.

Además de los datos, que se registran telemáticamente, las muestras físicas se almacenan en ultracongeladores de bioseguridad, garantizando en todo momento su trazabilidad.

En el futuro, las muestras estarán accesibles a cualquier tipo de investigación, aunque bajo la supervisión de los gestores de este laboratorio. De esta forma, los científicos esperan que el biobanco se convierta en un referente para la investigación pública y privada.