La activista Helena Maleno pide que no creen "refugiados de primera y de segunda"

PALMA, 28 (EUROPA PRESS)

La activista por los Derechos Humanos, Helena Maleno Garzón, ha afirmado este lunes en Palma que no se pueden "crear refugiados de primera y de segunda", en referencia al tratamiento dispar que se da a quienes huyen de "violencias", a través de la "frontera sur", frente a los refugiados de la guerra de Ucrania, con los que "ha habido buenas prácticas" tanto mediáticas como administrativas.

En una rueda de prensa con motivo de su nombramiento como doctora honoris causa para la Universitat de les Illes Balears (UIB), Maleno, fundadora en 2008 de la organización Caminando Fronteras, ha celebrado el rápido reconocimiento por parte de la administración española del derecho de asilo de los ucranianos, y también la humanización del conflicto por parte de los medios pero, ha recordado, eso es lo que llevan "años pidiendo para la frontera sur". "Cuando alguien huye de la guerra, en cualquier lugar del mundo, el impacto en sus vidas y sus derechos es el mismo", ha insistido.

"En el 2021 Caminando Fronteras reportó 4.404 víctimas en las fronteras de acceso al Estado español" aunque se ha mostrado convencida de que "seguramente sean más". "Son cuerpos que no se identifican y que llegan a nuestras costas", ha lamentado asegurando que quieren reunirse con los responsables de los institutos de medicina legal y con los forenses porque "hay cuerpos sin identificar, y hay familias buscando a esas personas".

En el fondo del trato distinto entre refugiados "de primera" y refugiados "de segunda", ha apuntado que "hay un racismo bastante importante" al que es mejor "educar" y "poner sobre la mesa" porque, de no hacerlo, sorprende al aparecer como el "monstruo de la extrema derecha".

Según ha destacado, la distancia de España a Ucrania es, más o menos, "la misma que de aquí a Senegal". Contra la indiferencia que generan las muertes en el Mediterráneo y la "criminalización" y "victimización" con las que se trata a las personas que migran a través de la "frontera sur", en rutas que entran a Europa a través de Ceuta y Melilla o Baleares, por ejemplo, Maleno ha hecho una encarecida defensa de la "solidaridad".

LAS MUJERES EN EL PROCESO MIGRATORIO

La activista, que será investida honoris causa este miércoles, es la autora de varios informes sobre la situación de las mujeres en los procesos migratorios de países como Nigeria, Colombia, Alemania, Dinamarca, Francia, España y Marruecos. En este último país ha residido durante 20 años hasta que en enero de este año fue deportada y expulsada "con violencia".

Del trabajo en las fronteras reconoce que, tanto las personas migrantes como quienes trabajan apoyándolas, se encuentran "amenazados por los estados y las mafias a la vez". Así, ha expuesto que, por ejemplo, hace unos meses, en la frontera de Polonia, el estado atacó a personas por "ser solidarias" con los refugiados, mientras que unos meses después, tras el estallido de la guerra, las mismas acciones dejaban de ser ilegales para convertirse en "solidarias".

Según ha explicado, cuando la solidaridad contradice los intereses estatales, a menudo se la criminaliza con un "delito de tráfico de personas", que, según ha opinado, "se ha usado de forma perversa contra personas que defienden los derechos humanos", también en su caso. Los ataques que ha recibido por hacer su labor, lamenta, "no son solo judiciales", sino que también asegura haber recibido amenazas y violencia física.

Sin abandonar su defensa de la solidaridad, Maleno ha disuadido las "iniciativas individuales" de personas que se acercan a la frontera de Ucrania y traen a refugiados por su cuenta, puesto que "esta situación descontrolada de buena voluntad", ha aclarado, puede, entre otras complicaciones, "ser aprovechada por las redes criminales" que se lucran de la guerra, como ya está sucediendo.

VIOLENCIA SEXUAL EN PROCESOS MIGRATORIOS

La activista ha explicado los estragos de las múltiples "violencias" que sufren las personas que migran, y, en concreto, ha hecho hincapié en la violencia sexual que, de forma sistemática, recae sobre las mujeres "como un precio más a pagar en ese camino migratorio".

Ha explicado que desde la organización defienden "políticas de vida y no de muerte", una relación entre países vecinos basada en la "solidaridad" en la que las personas no sean usadas como "moneda de cambio" y con una red de apoyo mutuo con las personas que migran en el centro, una "protección colectiva".

También ha insistido en la necesidad de que Europa que respete los derechos humanos y, tal y como ha demostrado que es posible hacerlo con los refugiados de Ucrania, que extienda esta protección a los refugiados de otros conflictos porque "el conflicto ucraniano está allí, y es terrible", pero también existen "muchísimos más conflictos con personas que huyen de ellos".

HONORIS CAUSA POR LA UIB

Finalmente, Maleno ha afirmado sentirse "emocionada" porque haya sido de Departamento de Enfermería y Fisioterapia de la UIB quien la haya propuesto como doctora honoris causa porque, al final, la tarea que ella realiza es la de "intentar sanar las consecuencias de la violencia".