Detienen a 15 ciudadanos de nacionalidad rumana dedicados a robar en mercadillos y zonas turísticas de Mallorca

Actualizado: miércoles, 15 junio 2011 21:11

La incautación de lo robado asciende a 5.000 euros

PALMA DE MALLORCA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil de Baleares ha detenido este miércoles, en el marco de la operación 'Merkata', a una banda compuesta por 15 ciudadanos de origen rumano, miembros de un grupo organizado que se dedicaba a cometer de hurtos 'al descuido' en los mercadillos y zonas turísticas de Mallorca.

En un comunicado, la Benemérita ha informado que esta banda, cuyos integrantes tienen amplios antecedentes por delitos similares cometidos en toda la geografía española, se dedicaba a sustraer carteras y a cometer hurtos en comercios, supermercados, grandes superficies comerciales y recepciones de hotel y playas, entre otros, donde sustraían todo tipo de efectos.

En este sentido, la Guardia Civil ha declarado que en las últimas fechas se había detectado un significativo aumento de hurtos, cometidos por "carteristas o descuideros" perfectamente organizados, por lo que a finales del mes de mayo pasado la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil en Palma inició la operación 'Merkata'.

Cabe decir que la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil ha realizado siete registros domiciliarios en los que se han incautado numerosos efectos como teléfonos móviles, gafas de sol, cámaras fotográficas, divisas, dinero, documentación, carteras, bolsos, prendas de vestir, dos ordenadores o perfumes, valorados en unos 5.000 euros.

Según la Guardia Civil, los detenidos, que forman muchos de ellos unidades familiares, han hecho, de este tipo de delito su modo de vida, ya que se ha constatado el envío de giros de dinero a su país por un importe superior a los 20.000 euros.

En el operativo, que ha sido coordinado por miembros de la UOPJ han participado agentes de la Guardia Civil de las unidades del EMUME, EDOA, EPJ Palma Nova, EPJ Llucmajor y USECIC.

'MODUS OPERANDI'

Los detenidos se reunían cada mañana y se repartían las zonas de actuación a cada uno de los grupos. Posteriormente se dirigían a los distintos mercadillos de toda la geografía mallorquina y una vez estaban en el lugar, elegían a la víctima, que generalmente eran turistas a quienes dos o tres individuos abordaban.

Además, mientras uno de ellos entretenía al objetivo con el pretexto de preguntarles por una dirección o mostrarles un plano, otro le sustraía el bolso o los efectos personales, que eran entregados a un tercer individuo. Así, si la víctima se daba cuenta de la sustracción y este era identificado por los agentes, no se le encontraba nada de lo sustraído y el delito quedaba impune.

En otras ocasiones, ni siquiera la víctima se percataba de los hechos hasta el regreso a su hotel o domicilio, llegando incluso a pensar que había extraviado su bolso o cartera, por lo que no formulaba la correspondiente denuncia.

Por último, los detenidos, tras regresar a sus domicilios, remitían parte del dinero obtenido a través de agencias de transacción de capital a sus países de origen.