La Guardia Civil constata que Lucía Patrascu les informó de que tenía "miedo" de su marido horas antes de que la matara

Segundo día del juicio por el asesinato de Lucía Patrascu
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 11 diciembre 2018 14:21

PALMA DE MALLORCA, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Un agente de la Guardia Civil que ha declarado este martes como testigo en el caso de la muerte de Lucía Patrascu ha constatado que ella acudió al acuartelamiento de Pollença a informarles de que tenía "miedo" de su marido horas antes de que este la matara.

   En la segunda jornada del juicio, que se celebra ante el Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial de Baleares, están declarando varios agentes que intervinieron en el caso, tanto policías locales como guardias civiles y efectivos sanitarios.

   La mayoría de guardias civiles, que han declarado como testigos, han expuesto versiones similares en las que han referido que Lucía Patrascu se encontraba "algo nerviosa" y que quería denunciar a su marido porque tenía "miedo" ya que le había estado "acosando". Uno de ellos ha señalado, además, que la mujer finalmente no llegó a formalizar la denuncia.

   Cabe recordar que existe una investigación abierta a varios guardias civiles por presuntamente no atender a Lucía Patrascu de manera debida. Uno de estos guardias investigados en esta causa ha señalado que él la atendió poco antes de las seis de la mañana y ha explicado que esta le dijo que "llevaba un mes en trámite de separación".

   Según ha explicado, esta le indicó que "se sentía acosada por parte de su marido" y que "todo era en relación a una violencia de género de tipo psicológico". "Dejó claro que en España no le había agredido", ha asegurado. Otro de los agentes investigados ha señalado que la víctima le comunicó que "quería sacar a su pareja del domicilio".

   Asimismo, el guardia de puerta entrante con el cambio de turno, que presuntamente debía tomar la denuncia a Lucía Patrascu, pero llegó unos 40 minutos tarde a su puesto de trabajo, no ha sido finalmente citado para este juicio.

SOLO HAY PRUEBAS DE QUE SE TOMASE DOS CERVEZAS, SEGÚN LOS INVESTIGADORES

   Por otro lado, un técnico criminalista de la Guardia Civil ha explicado que las pruebas reflejan que hay pruebas de que el agresor se había tomado dos latas de cerveza. También ha dicho que faltaban 13 pastillas de valerianas y dos pastillas ansiolíticas de sus respectivas cajas. Esto no coincidiría con la versión del marido y de su abogado defensor que dijeron que se había tomado unas 15 cervezas.

   Además, este técnico ha dicho que "se puede decir" que la víctima "prácticamente no tuvo ocasión de defenderse". Tal como refleja el informe, solo presentaba una lesión de defensa en la muñeca y alguna contusión de escasa relevancia en el brazo.

   Por su parte, el marido de Lucía Patrascu confesó en la primera jornada del juicio que la mató porque se le "cruzaron los cables". Aseguró que se había bebido unas 15 cervezas y varias pastillas de ansiolíticos y valeriana, que le habían recetado hacía unos días.

"SE ME CRUZARON LOS CABLES"

   Así, indicó que cuando su mujer llegó a casa le preguntó acerca de dónde había pasado toda la noche y que, tras su respuesta, se le "cruzaron los cables", se fue a la cocina a por "el cuchillo" y después de cogerlo se fue "tras ella". Posteriormente, tras acuchillarla, bajó a la calle y ahí pidió que le detuvieran porque había matado a su mujer.

   Para motivar su libre absolución, el abogado defensor dijo que su cliente sufría un trastorno mental transitorio derivado de la ingesta de alcohol y medicamentos. Además, aseguró que aun estando en la cárcel su cliente ya ha indemnizado de "manera simbólica" a sus hijos y que actualmente está en trámites para indemnizarle con la entrega de una vivienda en Rumanía y de vehículos.

   El Govern balear, a través de la Abogacía de la Comunidad, también está personado en el procedimiento como acusación popular. Pide, como la Fiscalía, 22 años de prisión. Por su lado la acusación particular, que representa a los hijos de la víctima, también pide que se le impute un delito de malos tratos continuados.

   En la sesión del lunes, declaró el hijo de la víctima y el procesado. Este, que se encontraba en el domicilio la noche antes de que ocurrieran los hechos, explicó ante el jurado que en una discusion previa vio cómo su padre cogía a su madre del cuello desde detrás y que, posteriormente, le vio coger un cuchillo en la cocina. Asustado, al no poder con él, se marchó de la casa a pedir ayuda.

"DEBÍA MORIR"

   Según explicó, cuando volvía hacia el domicilio junto a un vecino, se cruzó con su padre que, manchado de sangre, le dijo que su madre "debía morir".

   Tras él, declaró su hermana. Esta dijo que las veces que ha hablado con su padre, él le ha dicho que "se arrepiente" de lo que hizo pero que "no fue responsable al cien por cien". Asimismo, relató que cuando eran pequeños y vivían en Rumanía "a veces" pegaba a su madre y a ellos también.

   Después, declaró una mujer a la que Lucía Patrascu cuidadaba. Esta contó que días antes del suceso, la víctima se quedó a dormir en su casa porque últimamente él la "estaba tratando mal". Además, contó que Lucía le había manifestado que en una ocasión su marido le había arrojado un cenicero y que le había amenazado con un cuchillo.

   Posteriormente, declararon varias vecinos que acudieron al aviso de alerta del hijo y que interactuaron con el procesado tras los hechos. Una de ella dijo que se encontraba "sereno", "vocalizaba bien" y que no le parecía que estuviera bajo los efectos del alcohol. Otro vecino -médico de profesión- explicó que fue a atender a Lucía Patrascu, tras ver desde su casa cómo su marido le asestaba al menos una puñalada en el pecho.

   Otra testigo explicó que vio que le daba una cuchillada en la espalda y que después se encaró con él y le preguntó que por qué la había matado. El marido le dijo que lo había hecho porque era "una puta". Esta testigo también dijo que el hombre no parecía encontrarse bajo los efectos del alcohol.

   Asimismo, declaró el hermano del acusado. Explicó que poco antes de los hechos habló con él mediante un programa de videollamadas y que este le dijo que se encontraba "mal", que estaba sufriendo "un estrés insoportable" y que lo notó "alterado".