Jucil denuncia la falta de efectivos en Baleares ante la crisis migratoria que supone "una presión sin precedentes"

Archivo - Imagen de una agente de guardia civil en Ibiza
Archivo - Imagen de una agente de guardia civil en Ibiza - GUARDIA CIVIL - Archivo
Europa Press Islas Baleares
Publicado: lunes, 7 julio 2025 14:10

PALMA 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

La asociación mayoritaria de la Guardia Civil (Jucil) ha denunciado públicamente la falta de efectivos en Baleares ante la crisis migratoria que supone "una presión sin precedentes" y "permite a las mafias fortalecer la vía de entrada de la inmigración ilegal".

En un comunicado este lunes, la asociación ha subrayado que Baleares "se ha convertido desde hace años en una gran puerta de entrada de la inmigración ilegal en España y Europa", una vía que, a su parecer, sigue siendo "la gran desconocida" para la mayoría de la población española.

Según Jucil, más de 3.200 personas han llegado en patera al archipiélago balear en lo que va de año, la mayoría de ellas en embarcaciones procedentes de Argelia, aprovechando las buenas condiciones del mar y "la falta de vigilancia en puntos clave" del litoral balear.

Además, han indicado que desde finales del año pasado, el mar está arrojando a la costa los cuerpos sin vida de numerosos inmigrantes que viajaban en pateras. "Esta tragedia pone de manifiesto que la falta de efectivos no solo compromete la seguridad, sino que también favorece que las mafias operen con total impunidad, aprovechando la debilidad del sistema para traficar con seres humanos sin apenas obstáculos", han advertido.

Para la asociación, esta situación no es fruto del azar, sino "consecuencia de una organización criminal cada vez más profesionalizada". En concreto, han hecho referencia a casos documentados en lugares como s'Estanyol (Mallorca) donde hay furgonetas que esperan a los inmigrantes en la costa para trasladarlos rápidamente a otros puntos de la isla, evitando así la intervención de las fuerzas de seguridad.

"Estas redes no solo vulneran nuestras fronteras, sino que ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos y de los propios migrantes, muchos de los cuales son abandonados a su suerte o utilizados como mercancía humana", han lamentado.

Igualmente, han señalado que Ibiza y Formentera, además de ser destinos turísticos de primer orden, se han transformado en "focos sensibles de entrada irregular por mar". A la elevada concentración de visitantes extranjeros durante la temporada estival, han agregado, se suma el hecho de que las Pitiusas se han convertido en "enclaves prioritarios para las redes de tráfico de personas".

En lo que va de año, han arribado a sus costas más de 1.107 migrantes a bordo de 65 pateras, han expuesto, agregando que esta presión ha obligado a la Guardia Civil, con recursos "muy limitados", a intensificar la vigilancia marítima, incorporando una nueva embarcación con base en Ibiza.

En Formentera, a su criterio, la situación es "aún más preocupante" ya que además de encabezar la recepción de flujo migratorio con 52 de estas pateras y 896 migrantes, la isla no dispone de una estación del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), lo que dificulta la detección temprana de embarcaciones.

A ello se suma la escasez de efectivos, provocada por la falta de alojamiento para los agentes, que, han advertido, impide cubrir las plazas asignadas y deja a la isla en una situación de "vulnerabilidad casi total".

Desde Jucil han remarcado que llevan años advirtiendo de la "imperiosa" necesidad de cubrir las más de 17.000 plazas vacantes que arrastra la Benemérita. Una carencia estructual, han expuesto, que se agrava en verano, cuando la población se multiplica, especialmente en Baleares, y la presión migratoria se intensifica.

La falta de personal no solo afecta a la vigilancia costera, sino también a la atención ciudadana, la seguridad vial y la lucha contra el tráfico de personas, lo que puede "dañar gravemente la imagen no solo de las islas, sino del conjunto de España", han subrayado.

Por ello, han reclamado la dotación a la Guardia Civil de medios materiales y tecnológicos adecuados para la vigilancia marítima y establecer una política migratoria "firme y coordinada que no deje solas a las islas ante esta crisis".

"La Guardia Civil no puede seguir siendo el dique de contención de una crisis migratoria sin los recursos necesarios. La ciudadanía merece una seguridad de calidad, y los agentes, condiciones dignas para ejercer su labor", ha concluido, agregando que no se puede hablar de control de fronteras mientras "se recortan medios y se ignora la realidad sobre el terreno".

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