MENORCA 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
Oceana ha remitido este lunes una carta al conseller de Medio Ambiente de Menorca, Fernando Villalonga, para pedirle que recupere "de manera urgente" la vigilancia en el mar por parte de los inspectores de pesca.
Según una información publicada en la prensa local, esta vigilancia no se está realizando desde el 27 de marzo, es decir, desde hace meses. Oceana ha señalado que no tiene objeción al uso de trasmallos, pero ha apuntado que éstos deben ajustarse a la normativa vigente.
"El exceso de la longitud de los trasmallos para pescar langosta es una infracción muy común en Menorca y se vigila en el mar. La temporada de la langosta empieza el 1 de abril y acaba el 31 de agosto, con lo que en toda la temporada de la langosta 2013 no ha habido vigilancia por parte de los inspectores para hacer cumplir esta normativa", han remarcado desde la organización.
"La normativa vigente establece un máximo de 2.000 metros de longitud de las redes por pescador, pero Oceana estima que se usa una longitud más del doble de lo permitido", ha afirmado el director ejecutivo de Oceana en Europa, Xavier Pastor. "Usar redes más largas de lo permitido representa un aumento del esfuerzo pesquero, lo que contribuye a la sobreexplotación de los recursos pesqueros e incrementa el impacto sobre especies protegidas como la tortuga boba", ha añadido.
En esta línea, Pastor ha remarcado que, sin vigilancia en el mar, se ha dado vía libre a los pescadores que no respetan esta normativa y se ha perjudicado seriamente a los que sí la cumplen, instigando a estos pescadores más respetuosos a aumentar la longitud de sus redes para tener las mismas oportunidades.
"Cuanto más largas son las redes, más probabilidades hay de capturar especies protegidas, como la tortuga boba, que se encuentra actualmente en peligro. Cuando las tortugas bobas quedan enganchadas en las redes mueren prácticamente todas ya que, al no poder salir a la superficie, se ahogan", ha recalcado.
Otro problema relacionado con el exceso de la longitud de las redes que ha destacado el director ejecutivo de Oceana en Europa es el aumento del tiempo que estas permanecen caladas. "La normativa actual establece un máximo de 48 horas, pero cuanto más largas, más tiempo se requiere para retirarlas. Esto provoca un desperdicio importante de peces, ya que al estar tanto tiempo enganchados, mueren y se degradan y resulta imposible su comercialización"; ha señalado.
"Menorca, siendo Reserva de Biosfera, debe dar ejemplo de sostenibilidad entre las actividades humanas y la conservación del medio ambiente. Por ello es esencial y de sentido común que se hagan cumplir las normativas pesqueras establecidas", ha concluido Pastor.