PALMA DE MALLORCA, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz adjunto del PP, Toni Fuster, consideró hoy que el conseller de Movilidad y Ordenación del Territorio, Gabriel Vicens, "no debería continuar ni un minuto más en el Govern" tras actuar como un "verdadero ocupa" en el "asalto" el pasado lunes a la posesión de Ternelles, en el municipio mallorquín de Pollença, "despreciando el derecho a la propiedad privada".
En una rueda de prensa, Fuster criticó que Vicens, el portavoz del Bloc, Biel Barceló, y el director insular de Patrimonio del Consell de Mallorca, Gabriel Cerdà, "vulneraron la legislación que ellos mismos han impulsado" y que, por tanto, "deberían ser ejemplo social de su cumplimiento".
"El comportamiento de Vicens y de los políticos del Bloc que participaron en el asalto a Ternelles nos avergüenza como ciudadanos, ya que la llamada a la insumisión social es un extremo inaceptable en unos responsables políticos", remachó, al tiempo que recordó que al margen de la "polémica jurídica" sobre la titularidad del camino, "lo cierto es que hay una legislación que se debe cumplir y que establece que sólo pueden transitar por esta zona un máximo de 20 personas".
En esta línea, indicó que "no hablen de fortaleza del pacto y de transmitir seguridad a los ciudadanos quienes incumplen haciendo ostentación de sus cargos públicos el primer principio de la seguridad jurídica". "La Ley es para todos y no puede haber excepciones y mucho menos tratándose de un conseller", zanjó.
"AUMENTO DE LA INCERTIDUMBRE"
Por su parte, el portavoz 'popular', Carlos Simarro, expresó su preocupación por el hecho de que el Índice de Precios de Consumo (IPC) bajara un 0,5 por ciento en Baleares durante el pasado mes de septiembre con respecto al mes anterior, situando la tasa interanual en un -1 por ciento, lo que, a su juicio, supone un "aumento de la incertidumbre, debido a que "se ha reducido el consumo privado".
"Pese a que la caída de los precios pueda constituir una aparente fuente de alegría para los consumidores, la deflacción es un fenómeno muy pernicioso que debería preocupar seriamente, aunque sea débil, porque implica una distorsión en la asignación de los recursos, unos cambios importantes en la distribución de la renta y, sobre todo, un crecimiento de la producción por debajo de su potencial que refleja la existencia de una situación económica depresiva", apuntó.
Además, añadió que en un escenario de deflacción, el peso de las deudas "aumenta para los deudores" y señaló que "resulta difícil escapar de esta situación una vez que se entra en ella". Así, insistió en que la caída de los precios de debe a una "fuerte disminución del consumo privado", lo que, a su juicio, supone que la "máquina de la economía está casi parada y es una prueba más de que pese a lo que anuncian los gobiernos de izquierdas un día si y otro también, los problemas económicos no han pasado".
Finalmente, Simarro advirtió de que si la economía no se reactiva, los precios seguirán descendiendo siendo esto una señal clara de que el motor de la economía "sigue bajando de revoluciones", lo que, en su opinión, demuestra que la política económica que se está siguiendo no es la adecuada".