PALMA DE MALLORCA, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Emaya y teniente de alcalde de Medio Ambiente, Andreu Garau, ha explicado que "la guerra civil entre sindicatos" se ha empezado a "pacificar" y que una vez se ha podido reunir a las partes se ha llegado a un acuerdo para solucionar los problemas "que llevan larvados y enquistados" desde hace años.
Tras una reunión que ha durado más de tres horas, en la que han participado los grupos sindicales, la directiva de la empresa municipal y el alcalde de Palma, Mateu Isern, se ha acordado que una empresa externa tomará actuaciones a partir de la semana que viene para que la reorganización de Emaya se haga de manera "en que el clima laboral mejore", según ha expresado Garau.
La polémica culminó este jueves cuando en el Pleno del Ayuntamiento parte de los trabajadores de Emaya pidió la dimisión del presidente diciendo que era "un nefasto gestor de recursos humanos" pero la problemática había saltado hace dos semanas cuando un empleado se encadenó a la sede de la compañía denunciando "acoso laboral y por cuestiones de sexo", al que se le unió otro compañero que inició una huelga de hambre.
Pero tras la reunión de este viernes, Garau que ha mostrado su satisfacción, ha señalado que "lo que se va a hacer es reforzar los procedimientos que se iniciaron en el principio de la legislatura, como cuando se profesionalizó el equipo de Recursos Humanos" y, según ha dicho, "la intención es profesionalizar al máximo toda la empresa".
El presidente ha señalado que está "muy satisfecho con el acuerdo", ya que "por fin" se abordarán los problemas de recursos humanos "de manera racional y sistemática" y ahora lo que "se necesita -ha señalado- es una acción muy contundente, organizada y estructurada porque afecta a mucha gente en la empresa".
Por otra parte, ha destacado que se ha puesto en marcha "un procedimiento provisional" para que se desbloquee una situación que "se debía solucionar" y de "manera simbólica" se han organizado "un equipo con el que se sientan cómodos los equipos de recogida".
Según ha afirmado, al existir una "guerra entre sindicatos", en la que se sentían "acosados entre ellos mismos" y se daba un "cruce de acusaciones constante, hemos detectado que debíamos acelerar la renovación e impulsarla no sólo en Recursos Humanos, sino también en la reestructuración y reorganización de toda la parte de medio ambiente de Emaya".
