Continúa el macrojuicio por la mayor operación antidroga de Mallorca tras la confesión de 39 de los 50 acusados
Otro de los procesados alcanza un pacto con la Fiscalía
PALMA, 26 May. (EUROPA PRESS) -
Los viajes exprés a Barcelona, de ida y vuelta en el mismo día, y la compra de billetes a última hora pusieron sobre la pista a los investigadores que llevaron a cabo en 2023 una de las mayores operaciones contra el narcotráfico en Mallorca.
El macrojuicio por una de las mayores operaciones antidroga llevadas a cabo en Mallorca, en la que se decomisaron 1.500 kilos de cocaína, continúa este lunes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma tras la confesión de 39 de los 50 acusados.
La vista de este lunes, precisamente, ha comenzado con otro de los acusados reconociendo los hechos y aceptando las penas tras un pacto con el Ministerio Público.
La sesión ha seguido con la declaración como testigo del inspector de la Policía Nacional que instruyó la causa y que se ha referido a los viajes exprés a la Península y a la compra de billetes a última hora y en persona como prácticas habituales de los narcotraficantes.
"Son las típicas acciones que hacen los traficantes de drogas para no ser rastreados", ha señalado durante el largo interrogatorio de fiscal Julio Cano.
El agente ha recordado el génesis de la operación en diciembre de 2022, cuando se comenzó a vigilar a tres hermanos que se dedicaban al menudeo en las inmediaciones de las zonas de ocio de Gomila, en Palma. Fue en aquel momento, a raíz de las vigilancias de los policías cuando se detectaron las idas y venidas en pocas horas a Barcelona y cuando se constataron los primeros intercambios de dinero y droga.
A partir de aquel momento, la investigación derivó en dar con el proveedor de la sustancia estupefaciente, que fue hallado en Barcelona gracias a la colaboración y los seguimientos que realizaron los agentes de la ciudad condal y momento en que comenzó, a principios de 2023, la investigación conjunta.
Más tarde, las pesquisas lograron detectar las primeras participaciones de camioneros que aprovechaban sus trabajos legales para participar en el traslado de la droga hacia Mallorca. El instructor ha explicado que había camioneros que hacían entre tres y cuatro trayectos semanales entre Mallorca y la Península y que se movían a polígonos apartados para los intercambios de mochilas con dinero o sustancia estupefaciente.
UN NARCO QUE HABLABA SÓLO
El agente se ha referido a un momento clave en las pesquisas que tuvo lugar en marzo de 2023. Poco a poco, ha narrado, un ciudadano polaco fue poco a poco cobrando protagonismo. "Al intervenir sus conversaciones se nos abrió un mundo", ha señalado, llamando la atención que mientras conducía solía hablar sólo y decir que "lo que le pagaban era insuficiente por todo lo que trabajaba". Este sujeto sería uno de los que recibía la droga de los camioneros, la almacenaba y la hacía llegar a los puntos de venta cubriendo la demanda de los clanes.
Con el paso de los meses, los investigadores fueron detectando la aparición en la trama de más camioneros --algunos llegaban a pedir trabajar más día ante el dinero que se estaba generando-- y lograron desentrañar el recorrido de la droga y su reparto en Mallorca desde el bar de uno de los cabecillas en Barcelona a través de los transportistas.
APARECEN LOS PROVEEDORES
El inspector jefe ha seguido explicando que a lo largo de 2023, siguiendo la línea ascendente de la investigación, fueron apareciendo los proveedores y las distintas ramificaciones. De este modo, se ha referido a unas grabaciones en las que los cabecillas en Mallorca y Barcelona hablan de droga marcada como 'h2o' o como 'la nazi', que estaría señalizada con una esvástica. "La nazi era la mejor", ha afirmado, según se desprendía de las grabaciones añadiendo que uno de los narcos decía que "era la que pedían los clientes". Estas partidas marcadas con la esvástica provenía de Valencia.
ACUERDOS CON EL FISCAL
Buena parte de los procesados llegaron a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía antes de comenzar la vista oral --el 5 de mayo-- y aceptaron penas de entre dos y siete años de prisión.
Según expone el representante del Ministerio Público en su escrito de acusación, la organización tenía una gran estabilidad personal y logística y actuó al menos entre octubre de 2022 y octubre de 2023.
Fue entonces cuando la Guardia Civil y la Policía Nacional la desmantelaron en la que fue una de las mayores operaciones antidroga de Mallorca, en la que se decomisaron hasta 1.500 kilos de cocaína.
La Fiscalía apunta a la existencia de tres ramas, dos en la Península, en Barcelona y Valencia, y la tercera en Mallorca. La organización utilizaba camioneros profesionales que se dedicaban al transporte de mercancías legales para encubrir el trasladado de la droga llegada desde Sudamérica. En algunos casos se llegaban a producir traslados dos veces por semana.