SALALÁ (OMÁN), 22 Abr. (Reuters/EP) -
Unas 3.000 personas se han manifestado en la ciudad costera de Salalá, en el sur de Omán, para reclamar reformas de las políticas, llevando a cabo una de las concentraciones más numerosas desde que hace dos meses comenzaron las protestas en el país.
En vez de orar una mezquita, como es habitual, un predicador ha congregado a los fieles en un aparcamiento al aire libre situado junto a la oficina del gobernador. Después del sermón han realizado una marcha por las calles de la ciudad.
"El pueblo omaní no tiene miedo de protestar cuanto haga falta para que se lleven a cabo reformas. Lo más importante es conseguir que se juzgue en los tribunales a los responsables gubernamentales que han estado malversando fondos durante años", ha declarado el clérigo Amer Hargan ante la multitud.
El sultán de Omán, Qabus bin Said, que lleva 40 años en el poder, anunció el domingo pasado, dos meses después del inicio de las protestas, inspiradas en que se han producido en otros países árabes, que el Gobierno destinará 1.000 millones de riales (unos 1.800 millones de euros) a mejorar el nivel de vida de la población.
Los manifestantes omaníes piden sueldos más altos, puestos de trabajo y el fin de la corrupción. Además, muchos se quejan de que los ministros destituidos por haber cometido presuntamente delitos de corrupción no han sido procesados.
Decenas de personas siguen acampadas en la capital, Mascate, frente al Majlis al Shura, la Cámara Baja del Consejo Nacional (una especie de parlamento). En cambio, la sentada que se mantuvo varias semanas en la ciudad de Sohar, epicentro del movimiento de protesta en el país, acabó a raíz de la intervención de las fuerzas de seguridad, que detuvieron a cientos de personas.
Esta semana, las autoridades han anunciado que 234 personas arrestadas durante las manifestaciones serán indultadas, pero no han aclarado cuándo saldrán en libertad.
El sultán Qabus ha ofrecido una serie de reformas en el ámbito laboral, como una prestación mensual para los desempleados y el aumento del sueldo de los funcionarios.
Además, el pasado marzo, se comprometió a ceder algunos poderes legislativos al Consejo Nacional, que es un órgano asesor. Actualmente, solo el sultán y su Gobierno pueden legislar.
