ACNUR alerta del "desgaste" de la respuesta de Uganda por el aumento de la llegada de refugiados de RDC

Archivo - Refugiados congoleños en Uganda
Archivo - Refugiados congoleños en Uganda - NICHOLAS KAJOBA / XINHUA NEWS / CONTACTOPHOTO
Publicado: martes, 8 abril 2025 15:36

El organismo confirma recortes y despidos en algunas áreas para poder garantizar la atención a los recién llegados

MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha alertado este martes del "desgaste" que está sufriendo la capacidad de respuesta de Uganda ante el "fuerte aumento" en el número de refugiados que llegan desde el este de República Democrática del Congo (RDC) ante los combates entre el Ejército y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) y los ataques de otras milicias, entre ellas una vinculada con Estado Islámico.

El organismo ha detallado en un comunicado que desde enero han llegado a Uganda más de 41.000 congoleños, lo que supone una media diaria de 600 durante las dos semanas y lo que eleva el total de refugiados de RDC en el país vecino a casi 600.000 del total de 1,8 millones que residen en la actualidad en territorio congoleño.

Así, ha recalcado que, ante un contexto de recortes de la financiación por parte de donantes internacionales, este importante aumento en las llegadas de refugiados corre el riesgo de sobrecargar la capacidad de Uganda, que responde simultáneamente a las necesidades de más de 70.000 refugiados sudaneses que han llegado huyendo de dos años de guerra en Sudán.

ACNUR ha manifestado que los menores se están viendo "especialmente afectados" y ha detallado que muchos llegan con problemas de salud, ante una alta prevalencia de malaria y desnutrición. De hecho, al menos cinco niños de menos de cinco años han muerto en lo que va de año a causa de anemia en los centros de tránsito de Nyakabande y Matanda (suroeste), donde se recibe a los refugiados a su llegada a Uganda.

En este sentido, ha explicado que los refugiados entran a Uganda principalmente a través de los pasos de Buganana, Butogota y Sebagoro, muchos de ellos procedentes de Rutshuru, Masisi y Goma tras haber sido testigos de "asesinatos, violencia sexual y otras experiencias traumáticas durante su huida".

El organismo ha incidido en que los centros de tránsito y recepción están "desbordados" y ha agregado que el centro de Nyabakande funciona seis veces por encima de su capacidad inicial, al tiempo que ha aseverado que ante el inicio de la temporada de lluvias todos los espacios se están usando para alojar a los refugiados.

De esta forma, ha indicado que, aunque las autoridades locales, ACNUR y los socios están trabajando para incrementar el apoyo a los refugiados recién llegados, la falta de capacidad de registro y de autobuses para apoyar los esfuerzos de reubicación están contribuyendo igualmente a la congestión en los citados centros, en algunos de los cuales hay además escasez de agua, letrinas e instalaciones sanitarias.

CIERRE DE INSTALACIONES MÉDICAS

Por todo ello, ACNUR ha lamentado que la situación ha provocado que los servicios básicos para refugiados hayan tenido que ser considerados como no prioritarios en algunos puntos, incluido el cierre de algunas instalaciones médicas y la reducción del personal sanitario en unos 250 trabajadores.

Asimismo, ha detallado que todos los responsables de atención a la primera infancia, que suponen más de 330 personas, han sido despedidos, a lo que se suman reducciones de plantilla entre maestros y asistentes escolares y la suspensión de la construcción de refugios para personas con necesidades específicas.

Además, ha recalcado que la reducción del 30 por ciento en el combustible para las flotas de los socios está afectando a la logística y la provisión de servicios, en medio de los esfuerzos por dar atención y registro a los refugiados recientemente llegados a la frontera huyendo de los combates y la inseguridad en el este de RDC.

ACNUR ha especificado además que entre las labores afectadas está una reducción de algunas actividades de protección, entre ellas la asistencia legal a refugiados y los espacios seguros para que los niños se reúnan y jueguen, "con el fin de priorizar las necesidades más críticas".

Por último, ha subrayado que la supervisión en la frontera, el registro de los nuevos refugiados, la gestión de los centros de tránsito, el suministro de materiales de higiene menstrual a mujeres y niñas y el apoyo específico a niños y supervivientes de violencia de género "seguirán siendo la prioridad", si bien ha reiterado que "la financiación urgente es crítica para mantener y ampliar estos servicios".