Alemania.- Asociaciones de inmigrantes turcos sitúan en la agenda del Gobierno el debate sobre política de inmigración

BERLÍN 13 Jul. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Clara U. Molina) -

Los partidos de la coalición del Gobierno alemán discrepan sobre las medidas necesarias para una mejor integración de los inmigrantes y sus descendientes, un día después de la celebración de la Cumbre alemana de la Integración, cuyo boicot por parte de cuatro de las más importantes asociaciones turcas del país ha conseguido hacer público el debate sobre la política de inmigración del país.

El representante de la Comisión de Interior del Parlamento alemán (Bundestag), Sebastian Edathy (SPD), propuso otorgar el derecho de voto en las elecciones comunales a aquellos inmigrantes que lleven en Alemania un largo período de tiempo, así como el inicio de una campaña de ciudadanía en todo el país.

Las dos propuestas fueron rechazadas hoy por el ministro del Interior de Baviera, Günther Beckstein (CSU). Mientras, el ministro de Interior federal, Wolfgang Schäuble (CDU), defendió las medidas criticadas estos días por parte de los representantes de la sociedad turca residente en Alemania, quienes dijeron que la ley de inmigración aprobada el pasado viernes era "discriminatoria para la población turca".

"Es indispensable que mejoremos la participación política de los inmigrantes otorgándoles el derecho al voto comunal a aquellos que ya lleven en el país años de vida", apuntó el socialdemócrata Edathy al periódico 'Berliner Zeitung'. Pero según Beckstein esta propuesta no ayudaría a la integración de los inmigrantes, ya que hacerlos ciudadanos ha de ser el último paso de la cadena y no el primero, consideró, según los medios.

Tras la cumbre de integración de ayer, donde se reunieron alrededor de 90 representantes sociales, además de políticos y representantes del mundo de la cultura, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo estar satisfecha con el resultado logrado, a pesar del boicot de cuatro de las organizaciones turcas más importantes del país, que rechazaron su asistencia al encuentro después de que el Gobierno no accediera a negociar el cambio de algunos de los puntos de la política de inmigración del país. Algunos representantes de las asociaciones consideran que esta política resulta "discriminatoria y "anticonstitucional".

"Las nuevas medidas legales sobre reagrupación familiar son discriminatorias para la población turca porque tan sólo en el caso de personas de origen turco deberán atestiguar que sus parejas poseen conocimientos básicos del alemán", explicaba ayer el especialista en estudios turcos, Faruk Sen, en la cadena de televisión alemana NTV.

Estas exigencias legales no serán aplicadas ni a un inmigrante canadiense ni a aquel alemán o alemana que quiera traerse de Tailandia a su novio o novia, apuntaba Faruk Sen. "Sólo a los turcos nos piden esto y eso nos parece discriminatorio", señaló un portavoz de la Comunidad Turca de Berlín a DW-WORLD.

Otro de los puntos ampliamente criticados de la nueva Ley de Inmigración es el aumento hasta los 21 años de la edad mínima con la que está permitida la entrada en Alemania de los cónyuges, establecida hasta ahora en los 18. Con este requisito el estado dice pretender ayudar a evitar los matrimonios forzosos donde la mujer es obligada a casarse contra su voluntad.

Además la nueva legislación alemana en materia de inmigración también supone el endurecimiento de las medidas para los residentes en el país, puesto que aquellas personas extranjeras que se nieguen a participar en los llamados 'cursos de integración' establecidos como obligatorios por el Gobierno --de una duración de 600 horas sobre idioma y cultura del país-- recibirán una penalización económica a través de la reducción en un 30% de las ayudas al paro. Los cursos formativos le cuestan a las arcas públicas 208 millones de euros, aunque son también directamente cofinanciados por los propios inmigrantes que están obligados a presentarse al curso.