MADRID 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, se ha sumado a la idea del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sobre un liderazgo femenino en la ONU al sostener este jueves que "la próxima secretaria general de Naciones Unidas tiene que ser mujer" con el fin de avanzar en materia de representación femenina.
"Las mujeres representan el 50 por ciento de la población de cada país, pero en 80 años esta organización nunca ha tenido una secretaria general. Por tanto, si esta organización pide igualdad y justicia en el mundo, hace tiempo que deberíamos haberlo demostrado desde aquí, en Nueva York", ha declarado durante su intervención en el 79 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Baerbock ha reconocido que "eso por sí solo no acabará de inmediato con toda la desigualdad que aún existe para las mujeres" en cada país, pero ha considerado que como ninguno ha alcanzado la igualdad de género "plena" pueden "lograrlo juntos aprendiendo unos de otros y defendiendo los derechos de las mujeres" en "todas partes" por "los derechos de las mujeres son Derechos Humanos y no son propios del norte, el oeste, el este o el sur: son universales".
Estas declaraciones llegan después de que Sánchez pidiera en el marco de la Cumbre del Futuro elegir a la primera mujer secretaria general de la organización tras el mandato de António Guterres (que termina en 2026) y que haya alternancia de género en la presidencia de la Asamblea General. Hasta ahora ha habido nueve jefes de la organización internacional, todos hombres.
También ha abogado por reformar los organismos de la organización internacional, que es una de las eternas reivindicaciones de los países y regiones que se quedaron al margen del primer gran reparto de poder tras la Segunda Guerra Mundial. "Nuestro sistema multilateral refleja todavía una época en la que casi ninguno de lo que estamos aquí presentes había nacido", ha criticado, antes de hacer referencia a la infrarrepresentación de los países africanos.
SITUACIÓN EN ORIENTE PRÓXIMO
Por otro lado, en cuanto a la situación en Oriente Próximo, ha pedido a Israel y al partido-milicia chií libanés Hezbolá que acepten la propuesta de una tregua de 21 días, al aseverar que "una escalada regional más amplia no aportaría a nadie una seguridad duradera". Aunque ha señalado que la falta de avances es frustrante, ha indicado que no van a renunciar a la búsqueda de "una visión política para que israelíes y palestinos puedan vivir en paz uno al lado del otro en dos Estados".
"Para mí, la resignación simplemente no es una opción, porque eso significaría que el libro de jugadas del terrorismo y el extremismo se impone. Tenemos que reconocer el dolor de los demás, los intereses de los demás y, sí, también escuchar abiertamente las quejas de los demás si queremos avanzar. Y si lo hacemos, puede que a veces oigamos cosas que no queremos oír", ha declarado.