MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional ha afirmado que el ataque de esta mañana a una sinagoga de Jerusalén, que ha dejado cuatro muertos y ocho heridos, ha demostrado el desprecio absoluto por los principios fundamentales de humanidad por parte de los autores.
"Nada puede justificar un ataque tan aberrante sobre unas pesonas que estaban rezando en una sinagoga. El asesinato deliberado de civiles debe ser absolutamente condenados", ha dicho el director del programa de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y el Norte de África, Philip Luther en un comunicado.
En los últimos meses, los ataques a civiles y militares israelíes por parte de palestinos han aumentado tanto en Israel como en Cisjordania, en forma de atropellos a los peatones o de ataques con arma blanca a los civiles mientras esperan en la pàrada del autobús.
El pasado 10 de noviembre, el palestino Maher al Hashlamoni trató de atropellar a un grupo de civiles israelíes con un coche y mató a tres de ellos. El mismo día, otro palestino, Nur al Din Abu Hashiiya, de 18 años, mató a un soldado israelí con un cuchillo en la estación de tren de Tel Aviv.
CASTIGOS COLECTIVOS
Las autoridades israelíes han calificado estos ataques de violaciones de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional, por lo que han demolido las viviendas de las familias relacionadas con los ataques.
"Castigar a las familias de los sospechosos destrozando sus casas es un castigo colectivo y está prohibido por el Derecho Internacional. La tensión en el Muro de Cisjordania está al rojo vivo desde el conflicto de Gaza de este verano", ha señalado Luther.
"Las autoridades no deben pisotear los derechos de los palestinos con castigos colectivos y otras medidas duras si quieren restaurar la seguridad", ha añadido.
También se ha producido una avalancha de muertes ilegales de palestinos por parte de la policía durante unas manifestaciones, mientras que algunos colonos israelíes han llevado a cabo ataques a los cultivos de los palestinos.
"Las fuerzas de seguridad israelíes tienen la obligación de proteger a toda la población civil, sin importarles si son palestinos o israelíes. En lugar de poner en marcha sus tácticas de mano dura, las autoridades israelíes deben asegurarse de que nadie ataca a los civiles de uno u otro lado", ha asegurado Luther.
"De no hacerlo, sólo es probable que envalentonen a los atacantes y empeoren el ciclo de derramamiento de sangre", ha añadido.
