WASHINGTON, 9 Sep. (Reuters/EP) -
Las palabras pronunciadas por el ex presidente estadounidense George W. Bush a bordo del Air Force One el 11 de septiembre de 2011 y recogidas por Ari Fleischer, el entonces secretario de Prensa de la Casa Blanca, se harán públicas íntegramente este domingo como parte del 15º aniversario de los atentados terroristas en los que murieron más de 3.000 personas.
"Estamos en guerra", manifestó Bush aquel día dirigiéndose al ex vicepresidente Dick Cheney. "Cuando sepamos quién ha hecho esto, no les gustaré como presidente. Alguien tiene que pagar por lo que ha pasado", añadió.
Fleischer adoptó el papel de taquígrafo mientras el avión presidencial despegaba de Florida después de que Nueva York y el Pentágono fueran atacados por varias aeronaves comerciales previamente secuestradas.
"Siempre tomo notas, es como hago mi trabajo. En cambio, el 11 de septiembre estaba claro que era mucho más importante dejar constancia de lo que hacía y decía el presidente. Me mantuve junto a él prácticamente todo el día para tomar notas de lo que decía", ha señalado Fleischer.
A pesar de que las seis páginas nunca han sido reveladas de forma íntegra, gran parte del material ha estado al alcance de la opinión pública todo este tiempo. Además, Fleischer lo cedió a la comisión que investigó los ataques en 2011.
"No puedo esperar para saber quién ha sido", manifestó Bush, según las notas de Fleischer. "Quiero regresar a Washington lo antes posible. No quiero que esto me mantenga fuera de la ciudad", aseveró Bush, que intentaba convencer a los Servicios de Inteligencia para que le permitieran regresar a la capital lo antes posible. El Air Force One se desplazó de la base de Barksdale, en Luisiana, a la de Offutt en Nebraska. Llegó a Washington esa noche.
El jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Andy Card, señaló que "lo correcto era dejar que la situación se calmara un poco". Las notas de Fleischer hacen referencia al Air Force One, cuyo nombre en clave en aquel momento era "ángel", como el siguiente posible objetivo de los ataques. Bush mostró preocupación por la seguridad de su mujer, Laura, sus dos hijas y Barney, su terrier escocés. Todos fueron trasladados a un lugar seguro.
