KIEV, 19 Feb. (Reuters/EP) -
El este de Ucrania ha sido escenario este jueves de nuevos ataques, a pesar de los esfuerzos europeos para que las partes en conflicto cumplan el alto el fuego y de la retirada de miles de militares de la ciudad de Debaltseve.
Los bombardeos se han repetido cerca de esta estratégica localidad, de donde el miércoles partieron miles de militares del Ejército ucraniano. Periodistas de Reuters apostados junto a Vuhlehirsk han confirmado la caída de proyectiles en la cercana Debaltseve, aunque aparentemente con menos intensidad que en los últimos días.
Por otra parte, un portavoz militar ha alertado de "ataques de mortero en Shyrokine", una localidad situada en la costa del mar Azov y a 30 kilómetros de Mariupol. "Por el momento no hay ningún intento de tomar nuestras posiciones. Los rebeldes están incrementando sus reservas", ha explicado.
Kiev teme que los separatistas prorrusos estén preparando un asalto a Mariupol, una ciudad portuaria de medio millón de personas. Mariupol es, de lejos, la mayor ciudad que aún controla Kiev en las regiones del este tomadas en el último año por los rebeldes.
Un portavoz del Ejército ucraniano, Andri Lisenko, ha asegurado que desde la entrada en vigor del alto el fuego, el pasado domingo, más de media tonelada de "metal" ha "caído sobre las cabezas de los soldados" cada día.
RETIRADA
"No hay palabras para describirlo", ha afirmado un soldado que ha contado para Reuters la salida masiva de Debaltseve. "Durante todo el camino nos acompañaron a tiros, desde cualquier árbol disparaban contra nosotros con ametralladoras y lanzagranadas", ha añadido, ya desde la localidad de Artemivsk.
Otro soldados ha dicho sentirse "abandonado" y "traicionado" por el Gobierno, al que ha acusado de haber permitido que miles de militares quedasen cercados por completo en Debaltseve y sin posibilidad de recibir suministro.
Al menos trece militares ucranianos han muerto en combates con los separatistas prorrusos y 82 permanecen desaparecidos desde la retirada de Debaltseve, una localidad estratégica que une el norte de Donetsk y Lugansk. Además, las fuerzas rebeldes han hecho 82 prisioneros.