SIDNEY, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
A las 6.00 horas del lunes (noche en España) el balance de víctimas mortales por los graves incendios declarados en el sureste de Australia alcanzó la cifra de 108, aunque se espera que las cifras sigan en aumento, mientras que más de 750 hogares han quedado totalmente destruidos, según informaron hoy los medios locales.
En total ya son 330.000 las hectáreas devastadas por los diversos focos de unos incendios que, según reconocen las autoridades, podrían tardar semanas en ser controlados.
Un responsable de la Autoridad para Incendios Forestales, Mark Glover, confirmó la cifra en declaraciones a la televisión australiana ABC. La cifra "está ahora en 108 y por desgracia es probable que aumente", indicó Glover.
Los medios de comunicación comienzan ya a hablar de Sábado Negro en el estado de Victoria, en el que se localizan la mayoría de los incendios que afectan al sureste de la isla-continente. Incluso el primer ministro del país, Kevin Rudd, calificó de "asesino en masa" a quienquiera que provocara alguno de los graves fuegos.
"Qué puedes decir de alguien así. No hay palabras que lo describan que no sean asesino en masa", afirmó Rudd en referencia a los pirómanos responsables de parte de los incendios.
"El país debe prepararse para una época muy desafiante", indicó al recordar que Australia ya se ha acostumbrado a sufrir desastres en el extranjero, como los atentados de Bali, pero ahora la tragedia golpea en casa, dijo.
"Es un nivel de horror que pocos de nosotros podíamos anticipar", declaró antes de agradecer las ofertas de ayuda de países como Reino Unido y Nueva Zelanda.
Rudd anunció el envío de 600 militares al estado de Victoria para colaborar en las tareas de realojamiento de personas que han quedado sin hogar y el pago inmediato de indemnizaciones.
"Estos son sólo números. Lo que tengo que decir a las gentes de Victoria es que Australia está con vosotros y que vais a reconstruir estas comunidades con un esfuerzo nacional combinado", concluyó.
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