BLAKSBURG (VIRGINIA), 18 Abr. (OTR/PRESS) -
El autor de la masacre de Virginia ya tiene nombre. Se llama Cho Seung Hui y era uno de los 26.000 estudiantes que acoge esta universidad politécnica. Alumno de último curso de literatura inglesa, el joven, de 23 años y origen surcoreano, fue identificado ayer como la persona que el lunes acababa con la vida de 32 estudiantes, antes de suicidarse. En memoria a las víctimas tuvo lugar ayer un homenaje al que acudió el presidente de Estados Unidos, George Bush, quien mostró su dolor por el trágico suceso, aunque no se pronunció sobre la polémica ley de armas existente en ese estado.
Cho vivía en Estados Unidos desde 1992, año en el que abandonó Corea del Sur con su familia para establecerse en Washington D.C. El joven se alojaba en una residencia de estudiantes diferente a donde este lunes empezaba su matanza que se convertiría en la más sangrienta en la historia de estados Unidos. La policía recuperó en la zona un arma de calibre 9 milímetros, que los exámenes de balística sitúan en los dos tiroteos registrados, el primero en la residencia 'West Ambler Johnston', en donde Cho terminó con la vida de un hombre y una mujer, y en la facultad de ingeniería 'Norris Hall', donde se produjeron el resto de muertes.
Según varios medios de comunicación estadounidenses, el joven mostró actitudes "perturbadoras" que en un determinado momento le llevaron a acudir a una terapeuta de la institución. La profesora Carolyn Rude declaró que "existía cierta preocupación sobre él", ya que "en ocasiones, en clase de creación literaria, los alumnos revelan cosas" y se ignora "cuales son reales y cuando no".
Los medios de comunicación aseguraron también, que Cho dejó una nota en su dormitorio en la que criticaba a "los niños ricos", la "degeneración" y los "charlatanes mentirosos" de la universidad. "Vosotros me obligasteis a hacerlo", escribió el asesino según informó la cadena de televisión 'ABC'.
HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS
El campus de la universidad fue ayer testigo del dolor y la conmoción de familiares y compañeros de los 32 fallecidos, que, arropados por 5.000 personas, acudieron a recordar a las víctimas, entre ellos, el presidente Bush, acompañado de su esposa, que mostró sus dolor por lo sucedido.
El presidente norteamericano definió la jornada del lunes como la "más dolorosa y violenta en una comunidad universitaria estadounidense, es imposible encontrarle sentido a una tragedia como esta, estaban en el sitio adecuado en el momento equivocado", dijo Bush. En un acto de carácter religioso, habló de la fe y de la fortaleza como remedio para superar la tragedia, "con toda la ayuda que brinda la oración".
POLÉMICA LEY DE ARMAS
Hubo palabras de consuelo por parte del presidente pero Bush no se pronunció sobre la facilidad con la que jóvenes estadounidenses acceden a las armas. En estados Unidos mueren 30.000 personas al año por heridas de bala.
En la Universidad Politécnica de Virginia también se cuestiona la seguridad en las aulas del país y la actuación de la policía en este hecho concreto, sobretodo después de hacerse público que entre ambos tiroteos hubo dos horas de diferencia y en ese tiempo no se tomó ningún tipo de precaución ni se avisó a los alumnos.
