NUEVA YORK, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
La fuerza de élite antiterrorista y anticrimen de Bangladesh es responsable de la tortura y asesinato de más de 350 sospechosos en custodia, según denunció hoy la organización no gubernamental Human Rights Watch en un informe, en el que alerta de que el partido hasta hace poco en el poder ha podido usar la fuerza abusiva para propósitos políticos de cara a las elecciones del próximo 23 de enero de 2007.
HRW denuncia que el Batallón de Acción Rápida, creado en 2004 para detener la espiral de crimen en el país asiático, se ha convertido en "un escuadrón de la muerte". Según establece el documento, la fuerza usa métodos de tortura que incluyen "golpes, descargas eléctricas, y perforaciones a detenidos con taladros.
Según el director de HRW para Asia, Brad Adams, los métodos utilizados por el batallón son "ilegales y especialmente vergonzosos para un país cuyos ciudadanos ganaron el premio Nobel de la Paz".
Incluso funcionarios del Gobierno de Bangladesh confesaron a HRW que el Ejecutivo había dado a la fuerza órdenes de matar a sospechosos criminales en lugar de arrestarlos. Un miembro del Gobierno declaró que el Ejecutivo había diseñado una lista de los criminales más buscados por el batallón para asesinarlos.
El Gobierno encabezado por el Partido Nacionalista (BNP), que se encontraba en el poder durante los dos años y medio que cubre el informe, defendió los asesinatos por la fuerza especial anticrimen alegando que las víctimas eran "criminales buscados" o "terroristas" que murieron cuando se resistían a ser detenidos o fueron alcanzados en "fuego cruzado" entre los agentes y los criminales. Sin embargo, la investigación e la organizaciones estableció que muchos de los sospechosos fallecieron bajo custodia del batallón, tras haber sido torturados o ejecutados sumariamente.
HRW establece que incluso como consecuencia de esto, los bangladesíes utilizan la expresión "fuego cruzado" como verbo que significa "asesinar o matar".
El Gobierno del BNP dimitió el pasado mes de octubre y Bangladesh está gobernado actualmente por un Ejecutivo de transición de cara a las próximas elecciones. Bajo este Gobierno, los asesinatos han continuado, denuncia HRW.
Desde 2004, el Batallón de Acción Rápido ha utilizado comportamientos violentos como medio de intimidación a la gente y en muchas ocasiones dejan los cuerpos de sus víctimas "en las calles para que sean vistos por los viandantes", denuncia el informe.
Muchas de las víctimas eran criminales o mafiosos con relaciones políticas, por lo que algunos de los asesinatos parecen estar políticamente motivados, e incluso muchos de los fallecidos eran activistas del grupo comunista ilegal Purba Banglar.
Hasta la fecha, denuncia HRW, ningún miembro del batallón ha sido acusado oficialmente de torturas o asesinatos de detenidos. "El hecho de que ningún miembros de las fuerzas haya sido perseguido por la justicia por ninguno de esos asesinatos supone una gran mancha en Bangladesh", señaló Adams. "El país tiene muchos jueces y abogados capacitados, por lo que está claro que la decisión e no perseguirlos viene de arriba", acusó.
El Gobierno de la ex primera ministra Begum Jaleda Zia, que creó la fuerza rápida, ha tratado de desviar el criticismo arguyendo que se necesitan medidas duras para combatir el crimen violento. En el primer aniversario de la creación del Batallón, el ministro del Interior, Lutfozzaman Babar, llegó a declarar que "los criminales no pueden tener ningún Derecho Humano".
Respecto a esto, Adams manifestó que pese a que el Gobierno tiene "el deber" de combatir el crimen, ninguna Administración puede "autorizar el asesinato como arma en la batalla por la ley y el orden".
Según los datos recopilados en el informe, a 1 de octubre de 2006, el batallón era responsable de la muerte de 367 personas pro todo el país. La víctima más joven tenía 14 años y la mayor, 65. Todos ellos eran hombres y los casos de algunos están documentados en profundidad con descripción de las torturas sufridas y el asesinato.
De todos los casos detectados, el 32 por ciento de los asesinatos ocurrieron en la capital, Daka, seguido de Kulna, con el 29 por ciento. En proporción a la cantidad de población, Kulna ostenta el dudoso honor de tener la tasa más alta de muertos por la acción el Batallón de Acción Rápida.
