Bélgica se prepara para una dura negociación para formar Gobierno tras unas elecciones que muestran división

Bélgica.- Los belgas acuden este domingo a las urnas en una triple cita electoral
REUTERS / FRANCOIS LENOIR
Publicado: lunes, 27 mayo 2019 17:02

BRUSELAS, 27 May. (EUROPA PRESS) -

Bélgica se prepara para unas tensas negociaciones para formar Gobierno después de que las elecciones del domingo mostraran una fuerte división entre el norte, Flandes, donde ganó la derecha radical, y el sur, Valonia, donde los electores apoyaron a socialistas y comunistas.

El rey Felipe de los Belgas ha iniciado este mismo lunes la ronda de contactos con los líderes políticos para analizar la situación, con el objetivo de designar a continuación a un mediador que explore las opciones de coalición.

Parece ya descartada la posibilidad de que se reedite el modelo del Gobierno actual del liberal francófono Charles Michel, que está en funciones desde el pasado diciembre, tras el boicot de sus socios de coalición, NV-A, al pacto internacional de migración que ya habían suscrito.

Con los resultados del 26 de mayo, además, el resto de partidos en la coalición no sumaría para gobernar sin la NV-A, y tanto los liberales de Michel (MR) como su equivalente flamenco, Open VLD, han perdido escaños, al igual que los conservadores.

"Lo siento por la persona que tenga que desenmarañar todo esto, la diferencia entre Flandes y Valonia nunca había sido tan grande", ha avisado el líder de la NV-A y acalde de Amberes, Bart de Wever, para quien los resultados electorales deberían empujar a "jugar la carta del confederalismo".

El partido nacionalista flamenco fue la fuerza más votada en las elecciones federales del domingo, con un 16,03 por ciento, lo que le asigna 25 escaños en la Cámara de Representantes belga.

Este resultado le consolida como primera fuerza, pese a perder ocho de los escaños que tuvo la legislatura anterior, en un momento en el que su rival por la derecha, el partido xenófobo Vlaams Belang, se hace fuerte con un extraordinario resultado que le lleva de contar con dos escaños a sumar 18, convirtiéndose en segunda fuerza en Flandes y tercera a nivel federal.

Por ello, De Wever dijo el domingo que daba por perdidas las elecciones y avisaba de su intención de reunirse, para conocer sus aspiraciones, con el presidente del partido ultra, Tom Van Grieken, negándose así a revalidar el cordón sanitario que todos los partidos democráticos aplican a Vlaams Belang en Bélgica.

La NV-A, además, cierra la puerta a pactar con el Partido Socialista francófono del exprimer ministro Elio di Rupo, segunda fuerza en estas elecciones, con un 9,46 por ciento y 20 diputados, ni con los ecologistas francófonos, ECOLO, otro de los triunfadores de la noche electoral al casi doblar su representación parlamentaria y pasar de siete a 13 escaños.

El Partido del Trabajo en Bélgica (PTB-PVDA), partido comunista que concurre en todo el país, también se hace fuerte al sumar doce escaños, cuando partía de solo dos representantes en la pasada legislatura.

Así las cosas, las perspectivas para que Bélgica logre formar Gobierno federal a corto plazo son pocas y la situación hace recordar la dificultad de las negociaciones entre 2010 y 2011, cuando fueron necesarios 541 días para que el país contara con un nuevo Gobierno que respetara los equilibrios lingüísticos y regionales a los que están obligados.

Por el momento, el rey ha recibido ya en Palacio al primer ministro en funciones, Charles Michel; al líder de la NV-A, Bart de Wever; y al líder del Partido Socialista francófono, el exprimer ministro Elio di Rupo.

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