BRUSELAS, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha asegurado este lunes que España no tiene "ningún prejuicio" sobre la entrada de compañías tecnológicas chinas como Huawei en el mercado europeo, aunque ha señalado la importancia para Europa de que existan garantías sobre la "seguridad y control" de las empresas que lideren el desarrollo de las redes de datos de quinta generación (5G).
"Para las empresas españolas de telecomunicaciones, en particular para Telefónica, sus relaciones con Huawei son muy importantes. España no tiene ningún prejuicio en contra de nadie", ha declarado Borrell a la prensa en Bruselas, a su salida de una reunión de ministros de Exteriores de la UE.
Los jefes de las diplomacias europeas han aprovechado su cita en Bruselas para verse también con el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, quien en rueda de prensa ha pedido al bloque que no vete a las tecnológicas de su país en el desarrollo de la nueva 5G, pese a las presiones de Washington, que ve en Huawei una amenaza para la seguridad nacional.
En una rueda de prensa antes del almuerzo con los europeos, Wang ha rechazado las acusaciones "arbitrarias" por "motivos políticos" que cree se producen contra las empresas chinas y ha pedido a la UE que permita a las tecnológicas chinas competir en pie de igualdad.
Más tarde, Borrell ha confirmado que el ministro Wang ha abogado por "un terreno de juego nivelado para todo el mundo" y ha pedido que no se considere a Huawei "enemigo de nadie", porque, según el diplomático chino, es una empresa cien por cien privada en la que el Estado no tiene participación alguna.
Sobre el desarrollo de la nueva generación de redes, Borrell ha destacado su valor como "la más crítica de las infraestructuras críticas", que ofrecerá una ventaja importante a quien la controle en el campo de las telecomunicaciones.
Por ello, ha añadido, será "trascendental" ver de qué manera Europa va a afrontar el desarrollo de esta nueva tecnología y, si bien la UE no quiere "excluir a nadie", sí quiere "tener garantías de seguridad y control" sobre algo que será determinante para el futuro industrial y para las condiciones en las que se ejerce la comunicación "y, por tanto, la democracia".
Así las cosas, Borrell ha dicho que no cree que la actitud de Europa haya sido ingenua, a pesar de la apertura inicial a las inversiones chinas cuando entró en la OMC, y que aunque ahora estén "sonando las alarmas", no cree que medidas proteccionistas como las impulsadas por Estados Unidos estén dando resultados.
