LONDRES, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro británico, David Cameron, ha pedido este lunes al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy -con quien se ha reunido en el número 10 de Downing Street- que en la cumbre que se celebra el próximo jueves y viernes en Bruselas haya una votación de los líderes europeos sobre el luxemburgués Jean-Claude Juncker para presidir la Comisión, que permita escenificar el rechazo de Reino Unido a su candidatura.
"He tenido una discusión completa y franca con Herman Van Rompuy", ha escrito Cameron tras el encuentro en su cuenta de Twitter. "Le he dicho que debe haber una votación sobre el presidente de la Comisión", ha desvelado.
Si finalmente se produce este voto, será la primera vez que el presidente de la Comisión no es elegido por unanimidad. La votación pondrá además de relieve la soledad de Reino Unido. Sólo Hungría, Suecia y Países Bajos han expresado reservas sobre Juncker, aunque no está claro que su voto vaya a ser también negativo.
En cualquier caso, Londres no ha logrado reunir la minoría de bloqueo que buscaba para vetar al político luxemburgués, al que acusa de ser un hombre del pasado incapaz de promover las reformas que a su juicio la UE necesita.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha dicho que no tiene "ninguna duda" de que los líderes europeos elegirán a Juncker, que era el candidato del PP, el partido ganador de las elecciones a la Eurocámara, y ha restado importancia al hecho de que Reino Unido quede en minoría.
"A mí lo que me preocuparía es que el presidente de la Comisión no fuese elegido por la mayoría sino por la minoría. Cuando el presidente está elegido por la mayoría quiere decir que no hay ningún país ni ningún grupo parlamentario que tenga derecho a veto, es decir, que se respetan los derechos de la democracia, que al parecer nacieron en Inglaterra", ha señalado Margallo en rueda de prensa al término del Consejo de Exteriores de la UE.
En su documento sobre las prioridades de la Comisión para la próxima legislatura, Van Rompuy tampoco ha incluido ninguna concesión concreta para Londres y su exigencia de repatriar poderes de la UE, más allá de una declaración general de principios.
"La UE debe concentrar su acción en aquellas áreas que supongan una diferencia real en la vida diaria de las personas y empresas y contribuir a una sólida agenda de reformas. Debe ser eficaz y proporcionar valor añadido. En línea con el principio de subsidiariedad, la Unión debe intervenir cuando pueda lograr más que los países individuales por sus propios medios. Cuando las autoridades nacionales están mejor situadas para obtener resultados, la Unión no debe intervenir", afirma el texto.
"Debe darse un mayor lugar a los parlamentos nacionales, incluyendo mediante el refuerzo de sus medios para participar en el debate y hacer que su voz sea escuchada en el procedimiento de toma de decisiones", propone Van Rompuy.
