WASHINGTON, 21 May. (Reuters/EP) -
La Casa Blanca ha admitido este jueves que la conquista de la ciudad histórica de Palmira, en el centro de Siria, por parte del Estado Islámico supone "un revés" para la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
Así, lo ha reconocido el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en la rueda de prensa diaria, aunque ha insistido que este último avance de la organización terrorista no supondrá un cambio de estrategia por parte del Gobierno de Barack Obama.
Tras la toma de Palmira, algunos republicanos han sugerido desde el Congreso desplegar tropas terrestres para luchar contra el Estado Islámico, algo que la Casa Blanca ha descartado por completo para evitar errores del pasado.
Obama, por su parte, ha enviado un mensaje de calma a los estadounidenses, afirmando que, a pesar de las últimas victorias de los milicianos suníes, "no estamos perdiendo la lucha contra el Estado Islámico".