LONDRES, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un hombre chino se quemó a lo bonzo el pasado 21 de octubre en la plaza de Tiananmen de Pekín, escenario de las manifestaciones en favor de la democracia que fueron duramente reprimidas en 1989, según ha afirmado este miércoles el diario británico 'The Daily Telegraph'.
El incidente no ha sido recogido por la controlada prensa estatal china, pero ha sido confirmado por un testigo, Alan Brown, un ingeniero de la Fuerza Aérea británica (RAF, por sus siglas en inglés). "El hombre lo hizo delante de mí. Cruzó la verja situada delante de la imagen de Mao", ha explicado Brown, que dijo tenerlo a "dos o tres metros".
El testigo ha relatado que la otra persona "dijo algo rápidamente" y "un policía que estaba cerca se puso de repente nervioso". Acto seguido, "sacó su mechero y se prendió fuego". "El policía inicialmente se apartó y después cogió un extintor de su moto y apagó al hombre", ha añadido Brown, que estaba de vacaciones junto a su mujer.
Brown se ha mostrado sorprendido por la rapidez con que las fuerzas de seguridad eliminaron cualquier vestigio de este suceso, hasta el punto de que quien pasase por la plaza "cinco o diez minutos después" no tenía por qué enterarse de nada. "No había ninguna señal de lo que ocurrió", ha indicado.
Pese a que cientos de personas se encontraban en la plaza en esos momentos, la noticia no ha aparecido ni siquiera mencionada en la prensa china o en Weibo, la versión local de la red social Twitter. Sin embargo, el incidente ha sido confirmado por la Oficina de Seguridad Pública de Pekín después de que el 'Daily Telegraph' le enseñase una foto como prueba.
La versión oficial explica que la inmolación tuvo lugar en torno a las 11.00 horas del 21 de octubre y que el hombre, identificado por su apellido Wang, se prendió fuego. Un policía extinguió las llamas "en diez segundos y trasladó al hombre a un hospital para recibir tratamiento", si bien ya ha sido dado de alta.
Wang, de quien se ha dicho que es un hombre de 42 años natural de la ciudad de Huanggang, tomó esta drástica decisión para protestar por un litigio civil que tenía abierto en un tribunal local, según las autoridades de la capital china.
Se trata del primer incidente de estas características del que se tiene constancia desde que el 23 de enero de 2001 cinco personas, entre ellas una niña de cinco años, se quemaron a lo bonzo para protestar contra la represión del movimiento espiritual Falun Gong. Dos de estas personas, incluida la niña, murieron tras esta acción, mientras que las otras tres quedaron desfiguradas.
Las autoridades chinas en el Tibet también intentan lidiar con una cadena de inmolaciones iniciadas este año para protestar contra el régimen comunista y reivindicar la soberanía. Once religiosos budistas se han prendido fuego en los últimos meses.
