PEKÍN 17 Ene. (Reuters/EP) -
Más de una decena de altos cargos del Partido Comunista de China (PCCh), entre los que se encuentra un importante fiscal, han sido interrogados en relación con una investigación abierta por corrupción sobre un exmiembro del Comité Permanente del Politburó vinculado a Bo Xilai.
Los interrogatorios no conducirán, necesariamente, a la apertura de un proceso judicial, y tampoco ninguno de los interrogados han sido puestos bajo custodia, sin embargo, se les ha prohibido salir del país mientras la investigación está en curso.
El PCCh abrió el pasado mes de agosto una investigación contra el que fue responsable de Seguridad Nacional y miembro del Comité Permanente del Politburó del partido, Zhou Yongkang, debido, por un lado, a las riquezas de su familia, y por otro, a su vinculación con el dirigente del partido Bo Xilai, condenado a cadena perpetua por corrupción.
Todos los que han sido interrogados tienen altas posiciones en la estructura de poder del partido, equivalentes muchas de ellas a las de ministro y viceministro de gabinete, según fuentes que se han mantenido bajo el anonimato.
"Las unidades especiales están intentando determinar si todos ellos han violado la ley o se han saltado la disciplina (del partido)", ha asegurado una de las fuentes.
Entre los interrogados se encuentran el importante fiscal Cao Jianming, diversos miembros del aparato de Seguridad --la Policía y la agencia de Inteligencia civil-- que estuvo bajo la dirección de Zhou. También han sido interrogados diferentes dirigentes de rango inferior, así como personal de la cadena de Televisión Central de China (CCTV).
Zhou, uno de los políticos más poderosos de la última década, se ha convertido en el primer miembro del Politburó --en activo o retirado-- en ser investigado por delitos económicos desde el fin de la Revolución Cultural.
"MEDICINAS DRÁSTICAS"
El presidente chino, Xi Jinping, se ha comprometido esta semana a mantener el control sobre la corrupción, a la que ha definido como una "enfermedad" que amenaza la supervivencia del propio partido y que requiere de "drásticas medicinas".
En este sentido, muchos de los hombres de Zhou han sido destituidos de sus cargos, entre los que se encuentran el supervisor de las compañías estatales Jiang Jiemin, y el viceministro de Seguridad Pública Li Dongsheng.
Zhou ha sido puesto bajo arresto domiciliario en una villa en la localidad de Tianjin, y sus guardaespaldas, secretarios y conductores han sido despedidos.
El exmiembro del Politburó está custodiado por varios soldados y tiene terminantemente prohibido mantener contacto con el exterior, con el objetivo de evitar que utilice sus influencias. Tanto su mujer, la exreportera Jia Xiaoye, como su hijo mayor, Zhou Bin, están siendo investigados.
Durante sus cinco años en el cargo como jefe de Seguridad Nacional, Zhou ha tenido que supervisar a las fuerzas policiales, al aparato de Inteligencia y a la Policía paralimitar, así como a los jueces y a los fiscales. El gasto del Gobierno en seguridad nacional fue superior al presupuesto para Defensa.
LUCHA ANTICORRUPCIÓN
Desde que tomó las riendas del Partido Comunista Chino (PCCh) en noviembre de 2012, y del Gobierno en marzo de 2013, el presidente, Xi Jinping, se ha comprometido a acabar con la corrupción en las filas de su partido, apuntando a funcionarios de todos los niveles, tanto a los más altos, a los que denomina "tigres" como a las "moscas", los de rango inferior.
Sin embargo, todavía se desconoce si el Gobierno llevará a Zhou a juicio, debido a la posibilidad de que se revelen informaciones embarazoasas acerca del comportamiento de la élite del partido y que con ellas se socave la confianza pública en el PCCh.
"El partido debe lidiar con esto de forma transparente, de lo contrario se arriesga a que quede socavada la confianza (de la sociedad) en la lucha contra la corrupción", ha asegurado una fuente cercana al Ejército.