PRAGA, 29 Mar. (Reuters/EP) -
El presidente checo, Milos Zeman, y su homólogo chino, Xi Jinping, han firmado este martes un acuerdo de colaboración para reforzar sus lazos comerciales e incrementar las inversiones. Con este convenio, República Checa se suma a otros 15 países europeos que mantienen vínculos económicos semejantes con China.
"Me gustaría que República Checa se convirtiera en la puerta de entrada de China a la Unión Europea", ha explicado Zeman durante una cena de bienvenida. La actitud amistosa del presidente checo contrasta con la del primer jefe de Estado postcomunista del país, Vaclav Havel, un disidente de la era soviética y amigo personal del Dalai Lama, el líder espiritual exiliado de los tibetanos.
El Gobierno checo ha subrayado que el acuerdo no contradice los principios europeos en materia de Derechos Humanos, ni las relaciones económicas o diplomáticas comunitarias, y ha añadido que refleja los intereses comerciales de República Checa sobre Taiwán, un país no reconocido por China. En este sentido, las autoridades checas esperan convertir el país en un núcleo financiero y de tránsito aéreo entre el centro de Europa y China, donde operan importantes firmas checas como el grupo PPF o Volkswagen.
OPOSICIÓN POPULAR
Al menos 500 manifestantes se han concentrado en el centro de la capital, cerca del punto de reunión entre Xi y las autoridades checas, para protestar contra el trato dado al presidente chino. Los manifestantes, algunos de los cuales llevaban banderas del Tíbet y Taiwán, se han dirigido posteriormente hacia el Castillo de Praga, acordonado por la Policía.
Xi ha sido recibido con todo tipo de honores para celebrar la primera visita de un presidente chino a República Checa, incluyendo una cena en la residencia presidencial y 21 salvas de artillería en una ceremonia celebrada en el Castillo de Praga.
"No me gusta la inclinación de nuestros políticos hacia el este, el dinero chino está comprando poder e influencia aquí", ha advertido un joven estudiante de 20 años de edad, Jan Deutsch.
Este lunes, se han producido varias reyertas entre manifestantes y partidarios de China, que fueron trasladados en autobuses para dar la bienvenida a Xi durante el recorrido del presidente desde el aeropuerto de Praga.
Al contrario que el Ejecutivo checo, que se muestra distante con respecto a China y Rusia, Zeman ha intentado tender puentes con ambos países. En septiembre de 2015, Zeman fue el único líder occidental que asistió a un desfile militar celebrado en Pekín para conmemorar el final de la Segunda Guerra Mundial.
