HONG KONG, 28 Sep. (Reuters/EP) -
Cientos de personas se han concentrado este jueves en Hong Kong para conmemorar el tercer aniversario de la Revolución de los Paraguas, en la que miles de hongkoneses, sobre todo estudiantes y profesores, protagonizaron una sentada de casi 80 días en el corazón financiero de la ex colonia británica para exigir una apertura democrática.
Los manifestantes se han concentrado en el mismo punto del que fueron desalojados con violencia hace tres años por la Policía y lo han hecho con paraguas amarillos, el símbolo de la mayor movilización popular que ha vivido el territorio chino.
"No tenemos miedo", han gritado los manifestantes. "Queremos sufragio universal", han reclamado, haciéndose eco de las demandas de 2014, con las que pretendían eliminar el filtro de Pekín sobre los candidatos hongkoneses, que todavía se mantiene, y disfrutar de una verdadera democracia.
Los impulsores de la Revolución de los Paraguas han llamado a mantener la presión sobre el Gobierno chino. "En los últimos tres años, Hong Kong se ha enfrentado a una mayor represión pero la voluntad de luchar por la Justicia no ha cambiado", ha dicho Benny Tai Yiu Ting, profesor de Derecho en la Universidad de Hong Kong, a una emisora local.
"Si el pueblo de Hong Kong se rinde en su deseo de democracia, entonces el día que tengamos una nueva oportunidad no lo conseguiremos", ha subrayado Chan Kin Man, sociólogo de la Universidad China, en declaraciones recogidas por el 'South China Morning Post'.
"Llevamos 30 años luchando por la democracia y el Gobierno central sigue prometiendo que la conseguiremos pero sigue sin cumplir su promesa. Queremos que haya Justicia. Si no hay Justicia, la sociedad quedará dividida", ha advertido, por su parte, Chu Yiu Ming, otro de los impulsores de las protestas de 2014.
Tai, Chan y Chu se enfrentan cada a uno a tres cargos de conspiración contra el orden público por los que podrían enfrentarse a hasta 21 años de cárcel. El líder estudiantil Joshua Wong Chi Fung, que está encarcelado, ha publicado un artículo en 'The Guardian' en el que afirma que no se arrepiente y anima a los hongkoneses a no rendirse.
Hong Kong volvió a estar bajo soberanía china en 1997 bajo la premisa de 'un país, dos sistemas' para cumplir la promesa que hizo a Reino Unido de mantener el nivel de democracia y Derechos Humanos de la que disfrutó el territorio durante el dominio colonial.
