Concluye la histórica primera vuelta de las elecciones presidenciales tunecinas

Actualizado: viernes, 5 diciembre 2014 10:44

MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

A las 18.00 horas de la tarde de este domingo han cerrado sus puertas los colegios electorales abiertos hoy para la celebración de la primera vuelta de las elecciones presidenciales tunecinas, el primer proceso de votación en el que los tunecinos podrán elegir a su presidente, tres años después del estallido de la Primavera Árabe.

Por el momento, se conoce el dato de participación, que a las 16.30 horas alcanzaba el 53,73 por ciento, según el portal de noticias tunecino lapresse.tn, que apunta a que el proceso de votación se ha desarrollado sin incidentes.

En cuanto a los resultados, según datos extraoficiales difundidos por el portal 'tunisienumerique.com', los primeros escrutinios parciales correspondientes a colegios electorales muy concretos apuntan a que el candidato de Nidaa Tounes, Beji Caid Essebsi, habría sido el más votado, pero sin mayoría suficiente, por lo que se enfrentará en la segunda vuelta al presidente saliente, Moncef Marzuki. Los resultados oficiales no se conocerán al menos hasta el martes.

El único incidente reseñable ha sido el que se ha producido cuando Marzuki ha acudido a votar en la localidad de Susa, donde unos 200 manifestantes se han congregado para lanzar consignas como "¡Marzuki, márchate!". Un corresponsal gráfico de la agencia de noticias Reuters ha informado de que la Policía ha detenido a varios individuos.

Un total de 27 candidatos concurren a estos comicios, pero Marzuki y Essebsi eran los principales favoritos para el cargo desde los primeros momentos de la carrera electoral.

Marzuki fue elegido para el cargo por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en diciembre de 2011, poco después de las elecciones celebradas para conformar dicho organismo, y lidera el partido laico Congreso para la República (CPR). Fue un destacado miembro de la oposición al expresidente Zine al Abidine Ben Alí y un reconocido defensor de los Derechos Humanos, habiendo sido además portavoz del Consejo Nacional para las Libertades en Túnez entre 1998 y 2001.

Frente a él parte el principal favorito para hacerse con la victoria, Beyi Caid Essebsi, de 87 años, quien ocupó diversos cargos durante los gobiernos de Ben Alí y su predecesor, Habib Burguiba, y cuyo partido, Nidaa Tounes, se hizo con una clara victoria en las parlamentarias de octubre.

Una de las diferencias más destacables respecto a los comicios legislativos de octubre es que el principal partido islamista del país, Ennahda, ha optado por no presentar a ningún candidato, sin haber expresado además su respaldo a ninguno de los 22 nombres que se presentan a las elecciones.

En un principio se postularon 27 personas, si bien cinco de ellas se han retirado de la carrera por la Presidencia durante la campaña. Pese a ello, sus nombres aparecerán en las papeletas.

LAS REGLAS ELECTORALES

Un total de 5.285.136 de votantes se han inscrito para participar en estas elecciones, que se resolverían en caso de que alguno de los candidatos consiga la mayoría absoluta. En caso contrario, los dos candidatos más votados se enfrentarán en una segunda vuelta que deberá celebrarse en el plazo de dos semanas.

El proceso de presentación de candidaturas ha estado abierto a todas aquellas personas mayores de 35 años, musulmanas y que contaran con la nacionalidad del país. En caso de contar con otra nacionalidad, deberán renunciar a ella si resultan elegidas.

Asimismo, los candidatos debían contar con el respaldo de al menos diez parlamentarios y 40 miembros de los consejos locales o recoger un mínimo de 10.000 firmas de votantes registrados en al menos diez de las circunscripciones del país, con al menos 500 en cada una de ellas. Por otra parte, debían presentar un depósito de 10.000 dinares tunecinos (cerca de 4.360 euros).

La campaña electoral se inició el 1 de noviembre y terminó el 21 de este mes a medianoche. En caso de que sea necesaria una segunda vuelta, la campaña se reiniciará el día después del anuncio de los resultados oficiales de la primera vuelta.

Según la Constitución aprobada tras el levantamiento popular que puso fin al mandato de Ben Alí --quien reside en Arabia Saudí después de que el país le concediera asilo tras huir de Túnez--, el poder reside en las manos del primer ministro, si bien el presidente tiene un gran peso en materia de defensa y política exterior.

Asimismo, la Carta Magna le contempla, junto al primer ministro, como jefe del poder ejecutivo, así como símbolo de la unidad del país y garante de la independencia y la continuidad en el mismo. Además, tiene entre sus atribuciones nombrar al primer ministro, y debe ser consultado antes del nombramiento de los titulares de las carteras de Defensa y Exteriores.

EL PERIODO DE TRANSICIÓN

Las presidenciales vienen precedidas por un periodo de transición relativamente tranquilo --comparado con el presenciado en las 'primaveras' de otros países de la región--, si bien ha estado marcado por los altibajos.

Este periodo ha estado marcado por las tensiones entre los sectores laicos y los islamistas --largamente reprimidos por Burguiba y Ben Alí--, y en este contexto se ha registrado el ascenso de algunos grupos salafistas yihadistas, lo que ha generado incidentes violentos, entre ellos el asalto a la Embajada estadounidense en septiembre de 2012.

La violencia se incrementó y llegó a su culmen a principios de 2013 con el asesinato de los políticos Chokri Belaid, líder del Movimiento Patriótico Democrático Unificado, fuerza marxista y panárabe que forma parte del Frente Popular, y del diputado opositor y antiguo secretario general del movimiento izquierdista Echaab, Mohamed Brahmi, lo que sumió al país en una crisis política.

Ante la insostenibilidad de la situación se estableció un Diálogo Nacional en el que participaron partidos políticos, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, que supervisó la redacción y promulgación de la Constitución, que llegó con más de un año de retraso.

En el marco de este diálogo, Ennahda aceptó abandonar el poder para permitir la creación de un Gobierno tecnócrata liderado por Mehdi Jomaa como primer ministro, quien ha supervisado el proceso de organización y convocatoria de las elecciones.

Este proceso, si bien ha contado con incidentes de seguridad en la zona del monte Chaambi, ubicada en la frontera con Argelia y donde operan varias células islamistas armadas, ha estado marcado por la estabilidad, manteniendo a Túnez como ejemplo del proceso de democratización en el mundo árabe.

PUNTOS FUNDAMENTALES

Respecto a los puntos en torno a los que ha girado el debate político, y al margen de la lucha entre islamistas y laicos, se puede decir que el mismo ha pivotado entre la economía y la seguridad.

En el caso de la economía, la situación no ha mejorado mucho respecto a la vivida antes de la caída de Ben Alí, marcada por el desempleo, la desigualdad y la dificultad para acceder al mercado laboral debido a los nombramientos directos.

Así, el desempleo supera el 15 por ciento a nivel nacional, si bien se dispara por encima del 30 por ciento en el caso de los graduados universitarios. Además, la inversión extranjera ha caído en un 26 por ciento respecto al año anterior, dañando una situación frágil de por sí.

Por otra parte, la situación de seguridad, si bien es mejor que en otros países de la región que se vieron afectados por la llamada 'Primavera Árabe', como Libia y Egipto, tiene su raíz también en la lucha armada de diversos grupos islamistas.

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