MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
La Justicia de Reino Unido ha condenado este jueves a cadena perpetua con una pena mínima de 52 años a Axel Rudakubana por el asesinato con cuchillo de tres menores de entre seis y nueve años durante un ataque a una escuela infantil de baile en la localidad de Southport, en el oeste de Reino Unido.
Rudakubana irrumpió el 29 de julio en la citada escuela de baile mientras se celebraba un taller de danza infantil con temática inspirada en la artista estadounidense Taylor Swift. Allí apuñaló mortalmente a las tres niñas e hirió a otras diez personas, de las que ocho eran también menores.
La Justicia ha dictado sentencias de cadena perpetua con un mínimo de 18 años por intentos de asesinato contra los niños, y de otros 16 años de pena mínima por intentar acabar con la vida de los adultos. Tras condenarle a un total de 13 cadenas perpetuas, el juez considera que es probable que Rudakubana nunca salga de prisión.
Durante la lectura de la sentencia, el juez encargado del caso, el magistrado Goose, ha comenzado señalando que en el momento del ataque Rudakubana era consciente de que en el interior de la escuela de danza habría "niñas muy pequeñas" pero que esto no fue impedimento para desatar su "horrible" y "extrema" violencia.
"Su intención era asesinar a tantos de ellos como pudiera físicamente (...) Fue una violencia tan extrema, de una gravedad tan excepcional que resulta difícil de comprender por qué se hizo", ha añadido el juez Goose, que ha incidido en que Rudakubana "mató salvajemente" a tres niñas en apenas quince minutos.
Por su parte, la jefa de Policía de Merseyside, Serena Kennedy, ha publicado un comunicado en el que ha calificado el ataque como "cobarde" y "cruel", a la par que ha incidido en que los documentos descubiertos en el teléfono móvil del adolescente evidencian una "obsesión con la violencia, el asesinato y el genocidio".
El suceso estuvo acompañado de la difusión de noticias falsas en redes sociales sobre que el autor era un migrante en situación irregular. Esto derivó en protestas violentas en parte de Reino Unido, mientras que en Southport llegaron a incendiar una mezquita y asaltaron un hotel que alojaba a solicitantes de asilo.
Durante el juicio se han publicado imágenes del joven en los instantes previos al ataque en las que se le observa ataviado con una sudadera con capucha verde y una mascarilla que le tapaba gran parte de su rostro. El joven cogió un taxi, por cuyos servicios no pagó, para desplazarse hacia la zona de la escuela de danza.
Asimismo, se ha dado a conocer que Rudakubana adquirió por Internet el cuchillo de cocina de grandes dimensiones con el que llevó a cabo el ataque, así como un machete que, sin embargo, no utilizó durante el apuñalamiento. Este segundo arma fue incautada durante el registro en su vivienda.
La Policía detuvo y registró la vivienda de Rudakubana, un joven de entonces 17 años nacido en Gales y de ascendencia ruandesa. Este suceso en ningún momento se ha vinculado con una posible motivación terrorista, pero durante el registro se encontraron un manual de Al Qaeda y evidencias de haber producido ricina.
De hecho, la Justicia ha condenado a Rudakubana a doce años de prisión por violar la Ley de Armas Biológicas por producir ricina; así como a otros 18 meses de cárcel por violar la Ley de Terrorismo por la posesión de un documento PDF titulado 'Estudios militares en la yihad contra los tiranos: El manual de entrenamiento de Al Qaeda'.
"UNO DE LOS MOMENTOS MÁS DESGARRADORES EN LA HISTORIA DE REINO UNIDO"
Por su parte, el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, ha emitido un comunicado en el que ha trasladado su apoyo a las familias de las víctimas "por los horrores inimaginables que se produjeron en Southport", un suceso que ha elevado a la categoría de "uno de los momentos más desgarradores en la historia" del país.
"Quiero decirles directamente a los supervivientes, a las familias y a la comunidad de Southport: No estáis solos. Os acompañaremos en vuestro dolor", ha añadido el 'premier' británico, que afirma que el suceso "fue una atrocidad" llevada a cabo por un joven que "como afirmó el juez (...) probablemente nunca sea liberado".
"Después de uno de los momentos más desgarradores en la historia de nuestro país, le debemos a estas jóvenes inocentes y a todos los afectados brindarles el cambio que merecen", ha remachado el primer ministro de Reino Unido en un comunicado recogido por la prensa británica.