JERUSALÉN, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Militar de Judea ha condenado este martes al ciudadano palestino Waal al Arjeh a dos cadenas perpetuas más 58 años de cárcel por la muerte en 2011 del colono israelí-estadounidense Asher Palmer, de 25 años de edad, y su hijo de un año Yonatan Palmer en un accidente provocado por las piedras lanzadas contra su vehículo.
El abogado de la familia Palmer, Adrian Agassi, ha indicado que en las próximas sesiones los familiares de los fallecidos solicitarán el pago de diez millones de shekels (alrededor de 2,1 millones de euros) en daños y perjuicios.
Por su parte, Arjeh y su abogado han rechazado hacer declaraciones y han argumentado que se pronunciarán ante el Tribunal Militar de apelaciones, según ha informado el diario israelí 'The Jerusalem Post'.
En base a la información proporcionada por el Ejército de Israel, Arjeh y un cómplice, identificado como Alí Saadeh, lanzaron intencionalmente una piedra desde un taxi en movimiento contra la luna delantera del vehículo en el que viajaba Asher Palmer, rompiendo el cristal y provocando que perdiera el control del coche y volcara.
Pese a que inicialmente las fuerzas de seguridad israelíes indicaron que se trataba de un accidente de tráfico, días después el Ministerio de Defensa lo describió como un ataque terrorista. El tribunal ha determinado que "lanzar la piedra, a la velocidad a la que iban los vehículos, fue como disparar una bala".
Agassi ha destacado que Arjeh era el líder de una banda que desarrolló este método para "matar a judíos" y ha apuntado que ya ha sido juzgado en varias ocasiones. Asimismo, ha dicho que el acusado trabajó para las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina y como taxista.
Por último, el Ejército israelí ha dicho que Arjeh "no ha expresado arrepentimiento" y que "intentó cubrir su papel en el crimen". Además, ha resaltado que "llevó a cabo más ataques similares tras la muerte de Asher y Yonatan Palmer".
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