Crónica Irak.- Tensa cautela en Irak ante el descenso de ataques contra soldados de EEUU durante el mes de octubre

Actualizado: domingo, 4 noviembre 2007 17:46

El mes ha registrado el menor número de bajas desde el pasado mes de marzo

BAGDAD, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

A pesar de la violencia que persiste en las calles de Irak y que cada semana se cobra las vidas de decenas de civiles, el mando militar norteamericano y su homólogo iraquí intentan comprender el espectacular descenso en los ataques contra soldados estadounidenses durante las últimas semanas. Para recordar semejante calma, habría que remontarse hasta los momentos previos a febrero de 2006, tras el atentado contra la Mezquita Dorada de Samarra, que disparó una guerra sectaria que perdura hasta estos días.

Sin embargo, sólo 39 soldados estadounidenses han perdido la vida este mes de octubre, el menos sangriento desde el pasado mes de marzo, el octavo menos violento en los 56 meses de conflicto, según la página web icasualties.org, en cifras recogidas por el diario estadounidense 'The Washington Post'.

Estas cifras no deben llamar a engaño porque la violencia continúa. Cifras no oficiales en poder del Ministerio de Salud iraquí revelan que este mes la cifra de civiles fallecidos supera a la de septiembre, aunque el Ejército estadounidense ha preferido contemplar la situación en un contexto más amplio: 800 civiles muertos en octubre frente a los 2.800 de enero.

"Esta tendencia representa el declive más continuado sobre los ataques a nuestros soldados e ilustra cómo nuestras operaciones han mejorado la seguridad de la zona", declaró el comandante de las operaciones de campo en Irak, general Raymond T. Odierno. Esta pauta, subrayó, es "positiva", pero advirtió de que "no es irreversible".

MAS PESIMISMO

Pero los iraquíes no comparten la misma valoración. El presidente del Frente Iraquí para el Diálogo Nacional, Saleh al Mutlak, afirmó tener la sensación de que "el descenso de la violencia es temporal, porque EEUU no puede mantener el número de tropas en las zonas en las que se encuentran". Efectivos que, según el líder suní, "impiden a los iraquíes hacer vida normal".

En algunas zonas del país, los soldados estadounidenses hallan cada vez menos cuerpos ejecutados durante sus patrullas diarias. Algunas zonas bajo la influencia de Al Qaeda en Irak han visto reducido el nivel de peligrosidad, y en Bagdad se respira un ambiente más tranquilo: menos explosiones, menos tiroteos.

Por ejemplo, el barrio occidental de Amiriya, donde sólo en mayo perdieron la vida 14 soldados estadounidenses, no ha registrado ninguna explosión desde el pasado 7 de agosto, según el comandante del batallón de la zona, coronel Dale Kuehl, que tiene su propia teoría al respecto: Al Qaeda se ha distanciado del pueblo.

"La población local ha decidido que los objetivos de Al Qaeda no son consistentes con sus objetivos", declaró el coronel, al tiempo que afirmó que la célula iraquí de la red terrorista internacional "se ha pasado de rosca con sus operaciones, lo que ha provocado que los residentes locales se alcen contra ellos".

La reducción de la violencia se percibe en lo que los soldados llaman la "atmósfera" del barrio, con más transeúntes, más tiendas abiertas y más vehículos que circulan por las calles. Sin embargo, el Ejército norteamericano es consciente de que todavía persiste la necesidad de mejorar el suministro eléctrico, el servicio de recogida de basuras y el sistema de alcantarillado. Pero por encima de todo, es necesario un compromiso tangible entre los líderes chiíes y los responsables locales de las comunidades suníes.

En el noroeste de la capital, el descenso es aún más espectacular: se ha pasado de los 275 asesinatos semanales del pasado invierno hasta los 10 a 15 de estos días, según el subcomandante del puesto avanzado del Ejército estadounidense en Kadimiya, coronel Steven Miska. En este caso, una de las razones más claras es la decisión del clérigo Muqtada al Sadr de "congelar" durante seis meses las actividades de sus milicias del Ejército del Mahdi, el grupo insurgente más violento de Bagdad. El militar, sin embargo, entiende que la relajación en la zona es el resultado de una serie de factores.

"La tendencia general es bastante alentadora, pero quiero evitar la idea de atribuir esta calma a un motivo en particular. Hay muchos factores que entran en juego a la hora de entender por qué estamos inmersos en esta relativa tranquilidad", declaró Miska.

Algunas voces del Ejército estadounidense creen que la decisión del presidente Bush de enviar un contingente adicional de 30.000 soldados. Los oficiales iraquíes y norteamericanos consideran también que los recientes acercamientos entre la insurgencia suní y el Ejército ha contribuido a reducir la influencia de Al Qaeda en la zona. Como resultado, nuevo grupos de voluntarios armados, denominados "ciudadanos concienciados" por las tropas americanas, han sustituido a la Policía iraquí --considerada por EEUU como lenta, corrupta e ineficiente -- en sus labores de vigilancia.

En la provincia de Diyala, una de las más violentas del país, el jefe de operaciones del Ejército estadounidense en la zona, coronel David Sutherland, se ha experimentado "un descenso absolutamente dramático de los acto violentos".

"Al Qaeda controlaba sus vidas (de los residentes), pero ahora los ataque con coche bomba y los actos violentos son cada vez más aislados", explicó Sutherland.

Además, poco a poco, se está viendo una tendencia de homogeneización en los barrios bagdadíes: el sur de la capital sigue siendo en su mayor parte un campo de batalla con enfrentamientos diarios entre tropas estadounidenses y elementos de Al Qaeda en Irak y consecuencia de ello, la población se ve obligada a abandonar estas zonas y concentrarse en barrios del mismo credo. Para la insurgencia "es mucho más difícil emprender una limpieza sectaria en un barrio homogéneo con una fuerza de seguridad local que está siempre atenta a los movimientos de esta gente".