Crónica Portugal.- Los portugueses reflexionan tras una campaña marcada por los escándalos y el fantasma español

Actualizado: viernes, 25 septiembre 2009 21:14

Los sondeos dan como ganador a los socialistas, aunque el elevado número de indecisos abre la puerta a las sorpresas

LISBOA, 25 Sep. (Patricia Ferro/EUROPA PRESS) -

Las cartas ya están echadas para los partidos políticos portugueses. La campaña electoral acabó y el domingo los ciudadanos decidirán quién será su próximo primer ministro. La batalla entre los socialistas, en el poder, y el principal partido de la oposición, el PSD de centro derecha, ha sido dura. Aunque los primeros tienen las encuestas a favor con una ventaja de hasta ocho puntos, el elevado número de indecisos, un 37%, podrían inclinar la balanza para un lado o para otro, y decidir si los socialistas logran revalidar la mayoría absoluta.

A pesar de la importancia de estas elecciones y de lo mucho que se jugaban los dos principales partidos, la campaña no ha estado a la altura, según los analistas políticos consultados por Europa Press.

Ni socialistas ni socialdemócratas han explicado su programa electoral. Ambos se centraron en lograr que sus candidatos, José Sócrates y Manuela Ferreira Leite respectivamente, inspirasen confianza a los electores. Pero, esta estrategia es "pobre y poco movilizadora" lo que favorece una "elevada abstención y muchos indecisos" y ahí podría estar la clave del resultado final, considera el analista político Antonio José Teixeira, que no se atreve a afirmar que haya un claro ganador.

Durante los 15 días de campaña, no se habló de desempleo, ni de políticas sociales, ni de educación, de economía o de fiscalidad. Es decir, no se habló de Portugal y de su futuro. La primera semana el protagonismo absoluto fue para España y el AVE entre Lisboa y Madrid. La segunda se centró en el escándalo de las supuestas escuchas al presidente de la República por parte del primer ministro.

EL FANTASMA ESPAÑOL

España se convirtió en protagonista inesperada de esta campaña gracias a Manuela Ferreira Leite. En el debate con el candidato socialista la líder del PSD criticó la construcción del tren de alta velocidad entre Lisboa y Madrid y lo hizo enarbolando un discurso antiespañol, insinuando que el AVE es un capricho español y afirmando que "Portugal no es una provincia de España". Aunque pareció olvidar que el acuerdo se alcanzó siendo ella ministra de Finanzas en el Gobierno de Durao Barroso.

Ese discurso antiespañol abrió la caja de los truenos y sacó del armario el viejo refrán que dice que "de España ni buen viento ni buen casamiento", lo que está por ver es si le ha dado votos.

En opinión del analista político Carlos Magno, "las palabras de Ferreira Leite fueron a propósito, porque sabe que el tema del AVE da muchos votos", mientras que para el analista Francisco Sarsfield Cabral esas declaraciones "fueron uno de los varios errores cometidos por la líder del PSD". Sin embargo, ambos coinciden en que levantar el fantasma de España no tiene ningún sentido.

La respuesta de Sócrates fue clara y contundente insistió en su apoyo al AVE, que unirá Lisboa con Madrid y Vigo en 2013, y consideró que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es su "mejor amigo" político.

Pero el debate sobre el AVE y sobre España se acabó cuando saltó a la escena pública el escándalo sobre las posibles escuchas al Presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, del PSD, ordenadas por el jefe del Gobierno.

ESPÍAS Y CONSPIRACIONES

Esta historia de espionaje a la portuguesa había comenzado en abril de 2008, cuando al viaje a Madeira de Cavaco asistió un asesor de Sócrates. Esta presencia despierta las sospechas de una trama de espionaje organizada desde el gabinete del primer ministro, al menos eso denunciaba el diario 'Público'.

Por su parte, los socialistas criticaron que los asesores de Cavaco participasen en el diseño de la estrategia del PSD para la campaña. Pero la bomba salta cuando hace pocos días el 'Diario de Noticias' revela que el jefe de prensa de Cavaco y hombre de confianza del presidente en los últimos 24 años, Fernando Lima, fue quién en abril del año pasado, por orden directa del jefe de Estado, había filtrado al rotativo 'Público' las sospechas de espionaje.

Tras el escándalo Cavaco no se pronuncia y dice que lo hará tras la campaña porque no quiere interferir en las elecciones. Sin embargo, tres días después destituye a su jefe de prensa y no desmiente la información del diario. Con este panorama la polémica está servida. Los socialistas intentan sacar provecho y desgastar la imagen del presidente, mientras el PSD actúa con cautela y no habla del asunto, ya que le podría costar votos.

Para el analista Antonio José Teixeira el asunto es grave, pero no ha tenido y no tendrá "demasiada influencia en el voto". Aunque reconoce que el que sale "más debilitado" con el tema de las escuchas es Cavaco, ya que una vez más ha demostrado que "sólo piensa en él y en nadie más, ya que sacrificó a su amigo y los intereses de su partido por los de él". Y, porque "nadie se cree que su asesor actuase solo en la decisión de filtrar esa información a los medios de comunicación. Es impensable que lo hiciese".

LOS OTROS

Pero, escándalos y discursos antiespañoles a parte, en la campaña, además de PS y PSD, también han participado otros partidos, como los comunistas de la CDU, la derecha del CDS y el Bloco de Esquerda. Este último se ha convertido en protagonista gracias a los buenos resultados obtenidos en los sondeos, que lo sitúan como tercera fuerza política y como una pieza importante en la formación de un futuro gobierno de coalición.

Estos partidos minoritarios sí han incluido en la campaña asuntos importantes para el país como el desempleo o las políticas sociales. Comunistas y Bloco de Esquerda defendiendo un Estado más fuerte y con mayores coberturas sociales y atacando sin piedad al líder socialista José Sócrates.

Al final, todos se han dado baños de multitudes, especialmente el primer ministro que cerró la campaña en Lisboa, en donde recibió el apoyo del futbolista Luis Figo, que definió a Sócrates como "una persona seria, honesta y profesional". El ex jugador del Barcelona y del Real Madrid aseguró, en un acto con Sócrates, que lo apoyaba por sus "convicciones" y por el trabajo que hizo en sus cuatro años de Gobierno. Por su parte el jefe del Gobierno le correspondió afirmando que se sentía "honrado" por el apoyo de Figo, que es, dijo, uno de "los héroes" de su generación.

Ahora las cartas están echadas. Los sondeos dan como ganador al Partido Socialista que obtiene entre el 38 y el 40 % de apoyo, mientras que su principal rival, la conservadora Manuela Ferreira Leite, ronda el 31%, pero la abstención es una sombra que sobrevuela sobre la jornada electoral y que podría marcar la diferencia. El domingo los portugueses decidirán quién jugó mejor sus cartas.