Crónica Vaticano.- El Papa afirma que el futuro de cristianos y musulmanes depende del "diálogo interreligioso"

Actualizado: lunes, 25 septiembre 2006 15:38

Benedicto XVI invita a trabajar juntos para "evitar formas de intolerancia y oponerse a cualquier manifestación de violencia"

ROMA, 25 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -

El Papa Benedicto XVI considera que el futuro de cristianos y musulmanes depende del "diálogo religioso e intercultural", según afirmó hoy en el discurso que pronunció ante los embajadores de los países de mayoría islámica y exponentes de las comunidades musulmanas en Italia, convocados para una audiencia extraordinaria en la residencia apostólica de Castelgandolfo, a fin de mitigar la polémica creada por las recientes afirmaciones del Pontífice sobre Mahoma, que provocaron las protestas en el mundo islámico. En su intervención, invitó también a trabajar juntos para "evitar formas de intolerancia y oponerse a cualquier manifestación de violencia".

"El diálogo interreligioso e intercultural entre cristianos y musulmanes no puede reducirse a algo momentáneo. Se trata efectivamente de una necesidad vital, de la que depende nuestro futuro", afirmó hoy el Papa en su discurso, leído en francés, ante los 39 representantes del mundo islámico que se dieron cita a invitación de la Santa Sede.

El Papa continuó explicando que "en un mundo marcado por el relativismo, que a menudo excluye la trascendencia de la universalidad de la razón, se necesita absolutamente un diálogo auténtico entre religiones y entreculturas, capaz de ayudarnos a superar juntos las tensiones".

Benedicto XVI deseó también que el diálogo pretendido por Juan Pablo II, no sólo prosiga, sino que se "desarrolle en un espíritu de conversación sincera y respetuosa, basada en el conocimiento recíproco siempre más auténtico, que con alegría reconoce los valores religiosos comunes y que con lealtad conoce y respeta las diferencias".

El Papa decidió invitar a los embajadores de los países de mayoría islámica acreditados en el Vaticano y a representantes de la comunidad islámica en Italia para atenuar los momentos de tensión que se han creado en algunos países tras su discurso en la Universidad de Ratisbona (Alemania).

La cita cuestionada por el mundo musulmán del discurso del Papa fue un diálogo entre el emperador bizantino Manuel II y un ciudadano persa, en la que el emperador preguntaba: "Muéstrame lo nuevo que ha traído Mahoma y ahí sólo encontrarás cosas malas e inhumanas, como haber ordenado difundir con la espada la fe que predica (...). A Dios no le gusta la sangre".

El Papa ya ofreció dos intervenciones públicas para aclarar que sus palabras fueron mal interpretadas, que su discurso pretendía llamar al diálogo entre las religiones y que se trataba de una cita histórica y no de su opinión personal, a la vez que el vaticano llamó a leer el discurso completo.

"EVITAR LA INTOLERANCIA Y VIOLENCIA"

El Papa se refirió hoy a sus pasadas intervenciones, pero destacó que el encuentro era para repetir "la estima y el profundo respeto" hacia los creyentes musulmanes. "Desde el inicio de mi Pontificado he deseado que se continúen consolidando los puentes de amistad con los fieles de todas las religiones y he apreciado particularmente el crecimiento del diálogo entre musulmanes y cristianos", añadió.

El discurso del Papa invitó también a trabajar juntos para "evitar formas de intolerancia y oponerse a cualquier manifestación de violencia", así como a dejar atrás las enemistades y problemas que han surgido durante los siglos para "promover juntos la justicia social, los valores morales, la paz y la libertad".

Benedicto XVI recordó el discurso del Papa Juan Pablo II ante los jóvenes en Casablanca (Marruecos), en el que expresaba que "el respeto y el diálogo piden reciprocidad en todos los campos, sobre todo por lo que se refiere a las libertades fundamentales y en particular la libertad religiosa". "Éstas favorecen la paz y el entendimiento entre los pueblos", añadió.

"Estoy convencido de que en la situación en la que se encuentra el mundo actual es un imperativo para cristianos y musulmanes empeñarse para enfrentarse a los numerosos desafíos a los que se enfrenta la humanidad", señaló el Papa.

El Santo Padre se despidió deseando a los musulmanes un buen Ramadán, que se inicia este lunes, y pidiendo que "el Omnipotente dé a todos los musulmanes una existencia serena y tranquila". Precisamente, en respeto hacia el mes de ayuno musulmán, la Santa Sede no ofreció bebida ni comida a los representantes islámicos, que asistieron al encuentro en la Sala de los Suizos en Castelgandolfo.

El encuentro se abrió con una palabras del presidente del Pontificio Consejo para el diálogo interreligioso, el cardenal Paul Poupard, y después tomó la palabra el Papa. No estaba prevista la intervención de los representantes islámicos. Al final del discurso, Benedicto XVI se acercó para saludar e intercambiar algunas palabras con todos los asistentes.

PARTICIPANTES EN LA AUDIENCIA

A la audiencia participaron los representantes de 21 países de mayoría islámica: Kuwait, Jordania, Pakistán, Qatar, Costa de Marfil, Indonesia, Turquía, Bosnia y Herzegovina, Líbano, Yemen, Egipto, Irak, Senegal, Argelia, Marruecos, Albania, Siria, Túnez, Libia, Irán y Azerbaiyán, aparte del representante de la Liga Arabe.

Al final confirmaron su participación Siria --que envió a la encargada de Asuntos Exteriores, con residencia en París, Chaghaf Kayali--, y el encargado de Asuntos Exteriores de Túnez, residente en Berna (Suiza), Mohamed Fawzi Blout, residente a Berna, mientras que no había ningún representante de Sudán.

También estaban presentes 15 miembros de la Consulta Islámica, la comisión islámica creada por el Gobierno italiano. El único que no estuvo presente fue el presidente de la Comunidad Ismaelita Italiana, Gulshan Jivraj Antivalle, quien aludió razones personales, mientras que también acudieron el secretario general del Centro Cultural Islámico, Abdellah Redouane, y el imán de la mezquita de Roma, Ali Salem Mohammed Salem. En total, a la audiencia participaron 39 personas, 22 diplomáticos, 15 miembros e la Comisión Islámica y dos representantes del Centro Islámico de Roma.

Por otra parte, el embajador de España en el Vaticano, Francisco Vázquez, destacó hoy el gesto de buena voluntad de Benedicto XVI al recibir a los embajadores musulmanes en Castelgandolfo. En declaraciones a RNE, Vázquez aseguró que se trata de una "situación claramente injusta", de "una manipulación interesada", que ha sido "utilizada y aprovechada" por minorías radicales islámicas.