WASHINGTON, 12 Sep. (Reuters/EP) -
El Departamento de Estado norteamericano ha expresado este martes su profunda preocupación por el "empeoramiento de la represión" del Gobierno de China contra la minoría musulmana de los uigures en la región de Xinjiang, ya que la Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está estudiando imponer sanciones contra responsables chinos por los campos de detención de uigures.
Las discusiones han cobrado impulso dentro del Gobierno de Estados Unidos sobre posibles sanciones económicas en respuesta a informes de detenciones masivas de uigures y otros musulmanes, lo que ha provocado una creciente protesta internacional, según fuentes del Congreso de Estados Unidos.
Cualquier decisión de imponer sanciones por motivos de Derechos Humanos sería un movimiento poco habitual por parte de la Administración de Trump contra China, país con el que está involucrado en una guerra comercial y al mismo tiempo busca la ayuda de Pekín para resolver un enfrentamiento por las armas nucleares de Corea del Norte.
Un funcionario estadounidense ha asegurado que la idea de imponer sanciones aún está en etapa de discusión y una de las fuentes del Congreso ha afirmado que la decisión no parecía inminente.
"Estamos profundamente preocupados por el empeoramiento de la represión, no solo contra uigures, sino también kazajos y otros musulmanes en esa región de China", ha señalado la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
Nauert ha reconocido que el Departamento había recibido una carta de un grupo bipartidista de congresistas estadounidenses a finales de agosto pidiendo al secretario de Estado, Mike Pompeo, que impusiera sanciones contra varios funcionarios chinos acusados de supervisar las políticas, entre ellos Chen Quanguo, jefe del Partido Comunista en Xinjiang y también miembro del Politburó del partido.
También se está considerando imponer sanciones a varias compañías chinas involucradas en la construcción de campos de detención y la creación de sistemas de vigilancia utilizados para rastrear y controlar a los uigures, según fuentes del Congreso.
El Uyghur Human Rights Project con sede en Washington publicó en la red social Twitter una foto del activista Dolkun Isa, presidente del Congreso Mundial Uigur, en la Casa Blanca este lunes junto con un comentario que decía: "Una reunión con funcionarios de la Casa Blanca hoy brindó un muy necesitado estímulo para los defensores de los Derechos Humanos de los uigur".
Isa ha asegurado a Reuters, que se reuniría con funcionarios de la Unión Europea este miércoles, y se ha negado a decir con qué funcionarios de la Casa Blanca se había reunido en Washington.
Isa ha señalado que tenía la impresión de que los estadounidenses "están considerando seriamente" imponer sanciones a altos funcionarios chinos, incluido Chen, el jefe del partido en la región del extremo oeste.
China pidió este martes a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que respete su soberanía después de instar a Pekín a permitir el ingreso de observadores a la región y expresó su preocupación por la situación en ese país.
Pekín ha dicho que Xinjiang se enfrenta a una seria amenaza por parte de milicianos islamistas y separatistas que planean ataques y provocan tensiones entre la minoría uigur mayoritariamente musulmana y miembros de la mayoría étnica china.
El mes pasado, un panel de derechos de la ONU señaló que había recibido informes fidedignos de que hasta un millón de uigures podrían estar detenidos en Xinjiang, y pidió su liberación.
"Hay informes creíbles de que muchos, muchos miles han sido detenidos en centros de detención desde abril de 2017, y las cifras son bastante significativas por lo que podemos decir hasta ahora", ha recalcado Nauert.
Las sanciones de Estados Unidos podrían imponerse bajo la Ley Global Magnitsky, una ley federal que permite al gobierno de Estados Unidos atacar a los violadores de Derechos Humanos de todo el mundo con congelaciones de activos estadounidenses, prohibiciones de viajar al país y prohibiciones de que los estadounidenses hagan negocios con ellos.