ADIS ABEBA, 27 Abr. (EP/AP) -
Los rebeldes etíopes del Frente de Liberación Nacional Ogaden (ONLF, en sus siglas en inglés), que el pasado martes atacaron una petrolera china y mataron a 74 personas, se comprometieron hoy a trabajar junto a la Cruz Roja para liberar lo antes posible a los seis trabajadores chinos que secuestraron en el ataque, pero advirtieron de que las operaciones militares del Ejército ponen en peligro a los secuestrados.
En un comunicado, la organización indica que los seis chinos "fueron trasladados desde el campo de batalla por su propia seguridad". Así, sostiene que les gustaría "garantizar al pueblo y el Gobierno de China que sus ciudadanos serán reunidos con sus familias lo antes y más seguro posible".
"Sin embargo, el Gobierno etíope está actualmente llevando a cabo operaciones militares que ponen en peligro a los ciudadanos (chinos)", agregó la organización en el comunicado, en el que también asegura que continuará su lucha una vez los trabajadores chinos sean transferidos al Comité Internacional de la Cruz Roja.
Asimismo, los rebeldes volvieron a insistir en que ninguna empresa extranjera debería intentar trabajar en la región de Ogaden, un gran estado fronterizo con Somalia. El ONLF asegura que lucha por el derecho de la región a la autodeterminación.
El Gobierno chino ya rechazó ayer esta advertencia. "China apoya a sus empresas en la cooperación económica basada en los beneficios iguales y mutuos en otros países, incluyendo en Africa. Esta es nuestra política y no cambiará", aseguró un portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Liu Jianchao, en Beijing.
