Uno de los promotores del movimiento antitalibán denuncia crímenes de guerra en la zona
MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
El expresidente afgano Hamid Karzai, figura clave en las negociaciones políticas con los talibán, ha emplazado a este grupo y al movimiento de resistencia organizado en el valle de Pansjhir a dialogar para resolver sus diferencias, que se habrían traducido estos últimos días en combates armados.
Karzai ha expresado en Twitter su "profunda preocupación" por estos enfrentamientos, en la medida en que considera que contribuye al sufrimiento de la población. "La guerra no es la solución", ha subrayado el antiguo mandatario, partidario del diálogo con los talibán.
Karzai y otros líderes políticos, como Abdulá Abdulá, abogan por el diálogo para atajar la crisis derivada del ascenso de los talibán de nuevo al poder. En el lado contrario se sitúan otros representantes como Amrulá Salé, que como 'número dos' del exiliado Ashraf Ghani se reivindica ahora como presidente en funciones de Afganistán.
Salé, defensor del frente antitalibán, ha acusado a la insurgencia de perpetrar crímenes de guerra en Panjshir, con "nulo respeto" por el Derecho Humanitario. "Instamos a la ONU y a los líderes mundiales a tomar nota de este claro comportamiento criminal y terrorista", ha publicado en Twitter.
Según Salé, los talibán han bloqueado la entrada de ayuda humanitaria, discriminan a los viajeros en función de su raza, han interrumpido el servicio telefónico y el suministro eléctrico y utilizan a ancianos de la zona como "herramienta" de desminado, haciéndolos caminar por terrenos peligrosos.
Por su parte, un portavoz talibán ha asegurado este viernes que el grupo se ha hecho con el control de varios puestos de control en combates con el Frente Nacional de Resistencia, según la agencia de noticias Pahjwok. La información llega a cuentagotas y sesgada, pero ambas partes habrían reconocido ya víctimas en sus filas.
CIENTOS DE FAMILIAS HUIDAS
Los combates por el control de la provincia se han intensificado en los últimos días y, con ellos, el temor de una población civil que se ha visto inmersa en el fuego cruzado. "Los combates se ponen cada vez peores", ha contado un vecino de la zona de Jab al Seraj, Asadulá, a la cadena Al Yazira.
Los testigos aseguran que al menos 400 familias han huido ya de pueblos situados en las inmediaciones de la principal carretera, a pesar de que por ahora los enfrentamientos se estarían circunscribiendo a áreas montañosas y no a núcleos urbanos.
