Fallece una persona y cinco resultan heridas en Trípoli en una nueva jornada de enfrentamientos sectarios

MADRID 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

Al menos una persona ha fallecido este viernes en la localidad libanesa de Trípoli (norte) en una jornada de enfrentamientos entre residentes de los barrios de Bab al Tabbaneh, de mayoría suní, y Jabal Mohsen, predominantemente chií, según ha informado la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.

Los combates se reactivaron el jueves tras la toma por parte del Ejército sirio de la localidad de Qusair, ubicada cerca de la frontera común. Las fuerzas gubernamentales sirias contaron con el respaldo del partido-milicia chií libanés Hezbolá en los combates, lo que ha incrementado la tensión interconfesional en el país.

Bab al Tabbaneh se ha convertido en uno de los focos de respaldo a los grupos opositores armados, mientras que Jabal Mohsen se ha situado del lado de Bashar al Assad.

Desde el estallido de la crisis en el país árabe han fallecido más de 50 personas y varios cientos han resultado heridas en los enfrentamientos derivados de la situación en la localidad libanesa.

El anterior episodio de violencia estalló el domingo y se saldó con la muerte de seis personas, así como con más de 40 heridos. Sin embargo, los esfuerzos de mediación fructificaron y la localidad ha vivido varios días de tensa calma hasta el jueves.

La derrota de los grupos opositores armados en los combates contra las tropas gubernamentales y los combatientes de Hezbolá en Qusair ha provocado nuevos enfrentamientos en la ciudad, uno de los epicentros de los enfrentamientos sectarios en el país en los últimos meses.

Qusair, con más de 20.000 habitantes, se encuentra en una posición estratégica, segregada entre localidades suníes y chiíes, estas últimas afines al presidente sirio, cuya confesión alauí es una escisión de la rama chií del Islam.

Para las fuerzas gubernamentales resulta crucial mantener abierto un paso entre el valle de la Bekaa y la costa del Mediterráneo, en el caso de que caiga Damasco, que en las últimas semanas ha sido objeto del asedio rebelde.

EL PAPEL DE HEZBOLÁ

Hezbolá ha mantenido durante el conflicto en Siria su apoyo al presidente, Bashar al Assad, y ha abogado públicamente por la resolución política del conflicto y por la introducción de reformas democráticas en el país.

A finales de mayo, el secretario general del grupo, Hasán Nasralá, aseguró que la formación está dispuesta a asumir "todos los sacrificios y consecuencias" de su "implicación" en el conflicto sirio y denunció la guerra política y económica lanzada contra el Gobierno de Al Assad.

El dirigente de Hezbolá aprovechó además para hacer un llamamiento a la conciliación en Siria y pidió reformas en el sistema político del país vecino. "Desde el principio de la guerra hemos dicho que el régimen de Al Assad tiene aspectos positivos y negativos. Es necesaria una reforma y la única forma de alcanzarla es a través del diálogo político", indicó.

El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos ha cifrado en 141 el número de combatientes de Hezbolá fallecidos en los últimos meses en los combates registrados en las provincias sirias de Reef Dimashq y Homs, 99 de ellos en la batalla por la ciudad de Qusair, cuyo control recuperó el miércoles el Ejército.