WASHINGTON 23 Ago. (Reuters/EP) -
La Oficina Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos está preocupada por el hecho de que algunos norteamericanos que luchan en la guerra civil de Siria puedan importar tácticas terroristas tras regresar al país, aunque los oficiales han asegurado que en la actualidad hay muy pocos ciudadanos estadounidenses luchando con los rebeldes sirios.
El director del FBI, Robert Mueller, ha asegurado en una entrevista con ABC News divulgada este viernes que la amenaza terrorista que comenzó en Afganistán y Pakistán ha "migrado" a lugares como Siria, Libia, Egipto y Yemen.
"Tienes a individuos viajando a esos lugares, estás preocupado por las relaciones que entablarán y, en segundo lugar, la experiencia que desarrollarán y si van a usar o no esas asociaciones y emplear esa experiencia para llevar a cabo un ataque contra la patria", ha dicho Mueller, que ha informado de que Estados Unidos está "supervisando" esta cuestión.
Según el director del FBI, lugares como Siria podrían llegar a albergar "extremistas radicales que desean hacer daño" a Estados Unidos. Varios oficiales del Gobierno estadounidense y expertos privados que vigilan permanentemente la guerra civil en Siria han asegurado que norteamericanos y otros extranjeros están tomando parte en los enfrentamientos para derrocar al presidente Bashar al Assad.
Por el momento se desconoce el número de estadounidenses que han tomado parte de este conflicto, aunque algunos oficiales de seguridad nacional han asegurado que decenas de norteamericanos han acudido al país desde que comenzó la guerra civil hace dos años y medio. Este año una mujer de nacionalidad estadounidense falleció en compañía de rebeldes sirios en la provincia de Idlib.
Esta situación también se da en Europa. Según el ministro del Interior francés, Manuel Valls, al menos 600 europeos habrían entrado a combatir en las filas rebeldes, lo que constituiría "una grave amenaza terrorista y un desafío a nivel de seguridad".