BEIRUT, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El féretro con los restos del ministro de Industria, Pierre Gemayel, asesinado ayer en Beirut, partieron hoy desde la capital hacia su localidad natal de Bifkaya, donde está previsto que sea enterrado mañana.
El Gobierno libanés canceló ayer las celebraciones del Día de la Independencia, previstas para hoy, y decretó tres días de luto. Las tiendas y escuelas de Beirut permanecieron cerradas en su mayoría, mientras que apenas había tráfico en la ciudad, donde miles de libaneses despidieron a Gemayel al paso de su féretro.
Gemayel, miembro de una importante familia cristiana dentro de la política libanesa, fue asesinado ayer cuando dos coches bloquearon el suyo en los suburbios de Beirut y le propinaron diversos disparos a través de la ventana del vehículo. Su asesinato, el quinto en dos años contra distintas figuras antisirias, suscitó de inmediato el rechazo de todas los grupos políticos.
Ayer, el presidente libanés, Emile Lahoud, apareció en televisión para anunciar la cancelación de las celebraciones del Día de la Independencia como respuesta al atentado. "Creía que iba a anunciar formalmente las celebraciones del Día de la Independencia pero todos fuimos sacudidos por este desastre que afecta a todos los libaneses", dijo Lahoud, quien también añadió que este asesinato responde a una conspiración que comenzó en febrero de 2005 con la muerte del ex primer ministro Rafik Hariri.
"En cualquier caso, apelo a la unidad de los libaneses porque, de lo contrario, todos saldremos perdiendo", dijo Lahoud. El presidente dio el pésame a la familia de Pierre Gemayel, y a su padre, Amin Gemayel, ex presidente de Líbano y oponente político de Lahoud. "Haremos todo lo posible para descubrir a los asesinos, ya que están en contra de todos los libaneses", aseveró.
Los políticos de todas las formaciones se esmeraron por contener las reacciones posteriores al asesinato, apelando a la calma e intentando evitar el estallido de violencia entre las cada vez más polarizadas facciones de libaneses que dejó tras de sí la guerra civil (1975-19990).
El primer ministro, Fuad Siniora, apeló a la unidad y advirtió de que se ha planeado una "secesión" contra Líbano. En una aparición televisiva anoche, Siniora relacionó el asesinato de Gemayel con la clave del conflicto que enfrenta al gobierno con Hezbolá: la pretensión de que un tribunal internacional investigue la muerte de Hariri.
EL PAPA CONDENA EL ASESINATO DE GEMAYEL
Por su parte, el Papa Benedicto XVI condenó "firmemente" el "brutal asesinato" del ministro de Industria libanés Pierre Gemayel e hizo un llamamiento a los libaneses a que no "se dejen vencer por el odio", mientras el país atraviesa una importante crisis tras la salida de Hezbolá del Gobierno. Gemayel, cristiano maronita, formaba parte de la coalición antisiria en el poder.
"Ante las fuerzas oscuras que tratan de destruir el país, invito a todos los libaneses a no dejarse vencer por el odio pero sí a resaltar la unidad nacional, la justicia y la reconciliación y a trabajar juntos para construir un futuro de paz", señaló el Pontífice al término de la audiencia general en la Plaza de San Pedro.
Asimismo, hizo un llamamiento a los responsables del país "que se preocupan por la suerte de esta región" a contribuir a una "resolución global y negociada de las diferentes situaciones de injusticia que se producen, lamentablemente, desde hace demasiados años".
Por otra parte, el Pontífice expresó su "proximidad espiritual a la familia en luto y al amado pueblo libanés". Gemayel, de 34 años y líder de las Falanges Cristianas, fue asesinado ayer en el barrio cristiano de Jadeide, en Beirut, de un disparo en la cabeza dentro de su coche.