BUCAREST, 19 Ago. (Reuters/EP) -
La Fiscalía de Rumanía ha informado este miércoles de que ha embargado un apartamento propiedad del primer ministro, Victor Ponta, tras averiguar que le había costado al Estado 51.321 leu (11.562 euros) al haber sido cómplice de una evasión fiscal.
Ponta, quien ha negado en varias ocasiones los cargos en su contra, ha acusado a los fiscales de "manipular la opinión pública" y de divulgar información incompleta. Los fiscales han imputado al líder de izquierda por fraude, evasión fiscal y blanqueo de dinero.
Este miércoles, Ponta ha sido citado en las oficinas de la agencia anticorrupción en Bucarest para que escuchase los resultados de la auditoría que se había realizado a su labor en un bufete de abogados.
"Debido a que ha terminado la auditoría fiscal y contable, se le ha entregado al acusado Victor Ponta una copia del informe y se le ha dicho que un apartamento que poseía le ha sido embargado con vistas a resarcir los daños", ha explicado la Fiscalía en un comunicado. "Según la evaluación, los daños causados como resultado de haber sido cómplice de evasión de impuestos alcanzan los 51.321 leu" ha añadido.
La investigación sobre Ponta se refiere principalmente a la época en la que fue abogado y se le acusa de confabular con Dan Sova, un exministro de Transportes de su Gobierno que también está siendo investigado por corrupción.
Los fiscales han asegurado que el bufete de Sova pagó a Ponta 181.439 leu (más de 40.000 euros) por un trabajo que no hizo, y que luego usó el dinero para obtener una exención fiscal, causando pérdidas al Estado valoradas en 51.321 leu.
Ponta ha publicado un documento en su página de Facebook que formaba parte de la auditoría, en el que se mostraba que había declarado el ingreso y que había pagado 2.042 leu (unos 460 euros) más en impuestos que la cantidad en la que estaba cifrada los presuntos daños.
Ponta ha rechazado las peticiones del presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, para que dimitiese después de que la Fiscalía comenzara a investigarlo. Además, el primer ministro recibió un voto de confianza del Parlamento en junio.
Su negativa a dimitir como primer ministro ha sido considerada como un paso atrás en los esfuerzos de Rumanía por limpiar su política, negocios y Poder Judicial bajo la presión de la Unión Europea. Sin embargo, ha renunciado al liderazgo de la formación gobernante, el Partido Socialdemócrata.
