Actualizado: miércoles, 30 septiembre 2015 18:15

MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno interino de Burkina Faso ha iniciado las negociaciones con el general Gilbert Diendéré, que lideró el golpe de Estado del 16 de septiembre, para convencerle de que se rinda, tal y como han hecho la mayoría de los militares sublevados.

"Las negociaciones para que se entregue a las autoridades de transición están en curso", ha anunciado el Gobierno en un comunicado, al tiempo que ha hecho un llamamiento a "la tolerancia" para acoger a los ex rebeldes y propiciar así la "reconciliación nacional".

Diendéré pidió el martes a sus seguidores que depusieran las armas y tras ello se refugió en una misión diplomática. Militares leales al Gobierno interino irrumpieron en el cuartel donde se concentraban los golpistas, donde aún siguen los registros.

Hasta que la situación se normalice, el Ejecutivo ha pedido "paciencia" y "confianza" a la población y ha aprovechado para felicitar a los burkineses "por su movilización" contra el golpe de Estado y su apoyo a la transición.

EL GOLPE DE ESTADO

Miembros de la guardia presidencial liderados por el general Diendéré irrumpieron el 16 de septiembre en una reunión de Gobierno y tomaron como "rehenes" al presidente, Michel Kafando, al primer ministro, Yacouba Isaac Zida, y al resto del Gabinete.

Diendéré se hizo con el poder con el argumento de que había que evitar la "desestabilización" del país en un momento en el que se vivía una "grave situación de inseguridad" de cara a las elecciones generales del próximo 11 de octubre.

En un primer paso, la guardia presidencial accedió a liberar a Kafando y al Gobierno, al tiempo que aceptó la mediación de la Unión Africana (UA) y de la CEDEAO para restaurar el Gobierno interino de Burkina Faso lo antes posible.

Diendéré anunció su disposición a "entregar el poder a las autoridades civiles de transición tras un acuerdo definitivo de salida de la crisis bajo la égida de la CEDEAO" y "ante la gravedad de la situación de seguridad caracterizada por el riesgo de guerra civil".

Sin embargo, la guardia presidencial se negó a desarmarse, lo que obligó a desplegar a las Fuerzas Armadas en la capital haciendo temer un estallido de violencia que obligó a los líderes regionales a desplazarse hasta Uagadugú para mediar.

Finalmente, los golpistas de la guardia presidencial accedieron a devolver el poder al Gobierno interino en un gesto que Kafando atribuyó al "clamor nacional" y a la "reprobación internacional" contra "los usurpadores".

LA SOMBRA DE COMPAORÉ

La guardia presidencial es leal a Blaisé Compaoré, que abandonó el poder el año pasado tras las multitudinarias protestas por sus planes de reformar la Constitución para prolongar su mandato. Kafando había asumido la Presidencia interina hasta el 11 de octubre.

El golpe de Estado tuvo lugar días después de que una comisión encargada de presentar propuestas de reformas al Gobierno interino plantease desmantelar la guardia presidencial al considerar que es "un ejército dentro del Ejército".

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