KUALA LUMPUR, 9 Nov. (Reuters/EP) -
Las autoridades de Camboya han asegurado que no permitirán que el líder opositor Sam Rainsy atraviese este sábado, como preveían sus simpatizantes, la frontera de Malasia para regresar a su país en el punto y final de su exilio por lo que, denuncia, se trata de una persecución política.
"Este sábado no va a entrar nadie", ha declarado el portavoz del Gobierno camboyano, Phay Siphan. "Como venga aquí a provocar el caos y la inestabilidad, le destruiremos", ha amenazado.
Aunque Rainsy no ha confirmado en persona su intención de cruzar la frontera, el pasado jueves intentó llegar a Camboya en avión a través de la vecina Tailandia, pero no se le permitió embarcar en el aparato desde París, donde reside.
"Tenemos que mantener la esperanza. Estamos en el buen camino. La democracia ha prevalecido, prevalece y prevalecerá en Camboya", ha declarado Rainsy a su llegada al aeropuerto de Kuala Lumpur.
Fuentes de su partido ilegalizado, el Partido Nacional para el Rescate de Camboya (PNRC), tampoco parecen convencidos de que Rainsy pueda entrar hoy, pero "se puede decir que hemos conseguido el 70 por ciento de nuestro objetivo", según un responsable de la formación, que ha aplaudido el hecho de que Rainsy esté puerta con puerta junto a su hogar, del que se marchó en 2015 tras una condena por difamación criminal.
Rainsy, que también se enfrenta a una sentencia de cinco años de cárcel en un caso separado, ya prometió regresar a Camboya en 2015 a pesar de las amenazas de arrestarlo, pero nunca lo hizo.
El líder del PNCR, Kem Sokha, está bajo arresto domiciliario en Camboya después de ser acusado hace más de dos años de traición antes de las elecciones de 2018, proceso que los países occidentales condenaron como una "farsa".
Por su parte, Estados Unidos ha expresado este viernes preocupación por la represión de Camboya contra la oposición. Además, Amnistía Internacional ha denunciado la cooperación de Malasia y Tailandia para evitar que las figuras de la oposición camboyana que están exiliadas vuelvan al país.