Actualizado: jueves, 11 febrero 2016 18:16

BERLÍN, 11 Feb. (Reuters/EP) -

El Gobierno de coalición alemán ha alcanzado este jueves un acuerdo sobre nuevas normas de asilo para frenar el flujo de refugiados, entre ellas la aceleración de los procedimientos para los inmigrantes de "países seguros" y una reducción del apoyo financiero para los solicitantes de asilo.

El acuerdo, que abre el camino para el debate parlamentario de las nuevas leyes, fue consensuado hace dos semanas por los conservadores de la canciller, Angela Merkel, y el Partido Social Demócrata (SPD). Pero una nueva disputa sacudió a la coalición la semana pasada cuando el líder del SPD, Sigmar Gabriel, criticó no haber sido consultado acerca de una de las medidas: una prohibición para impedir la reunificación familiar de ciertos solicitantes de asilo, que podría afectar a menores no acompañados.

Este jueves, el ministro del Interior, Thomas de Maiziere, y el de Justicia, Heiko Maas, se han comprometido a reunir a estos menores con sus padres en casos de especial adversidad.

AYUDAS LABORALES DE 450 MILLONES

Para ayudar a integrar a los inmigrantes en el mercado laboral, la ministra de Empleo germana, Andrea Nahles, ha solicitado un presupuesto de 450 millones de euros adicionales.

"No podemos coger el dinero de los desempleados de larga duración, si no se generaría una situación de competitividad que alimentaría los miedos en lugar de contenerlos", ha explicado la ministra a la prensa local. Nahles ha señalado que espera que el número de beneficiarios de los subsidios por desempleo aumente a 270.000 con motivo de la crisis de refugiados.

Alemania ha indicado que empleará el superávit presupuestario, que este año ha sido más amplio de lo esperado, para sufragar el acomodo de los solicitantes de asilo. En septiembre, Nahles explicó que las políticas de integración para los refugiados podrían generar un coste adicional en su Ministerio de entre 1.800 y 3.300 millones de euros.

El resentimiento nacional hacia los refugiados se ha visto incrementado por algunos incidentes, como la ola de agresiones sexuales registradas en varias ciudades de Alemania, entre ellas Colonia, durante las celebraciones de Año Nuevo.

La popularidad de Merkel se ha derrumbado en los últimos meses por su gestión de la crisis de refugiados, mientras se incrementa el apoyo político a los grupos de ultraderecha. Tras la llegada de más de 1,1 millones de inmigrantes, los alemanes dudan de la capacidad del país para gestionar el flujo.

Un avance estadístico emitido este jueves por el Ministerio del Interior señala que los delitos perpetrados por los extremistas de ultraderecha se incrementaron en más de un 30 por ciento en 2015, hasta situarse en los 13.846 casos.

La violencia, la xenofobia y los delitos raciales prácticamente se han duplicado, si se comparan con los datos registrados en 2014.

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