BEIRUT 4 Nov. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Siria se ha comprometido este lunes a asegurar la entrega de vacunas y ayuda humanitaria a lo largo del país a raíz del brote de polio sufrido por niños en el noreste de Siria y las advertencias sobre el riesgo de desnutrición en las zonas bajo asedio militar.
Al menos 22 niños de la provincia de Deir al Zor, en la frontera con Irak, presentaron este mes parálisis flácida aguda, síntomas que pueden ser causados por otras enfermedades, y el laboratorio de la Organización Mundial de la Salud en Túnez detectó el virus de la polio en diez de los casos. Los expertos temen que se pueda contagiar rápidamente por toda la región.
El Gobierno ha confirmado el lanzamiento de una campaña de inmunización que tiene como objetivo vacunar a 1,6 millones de niños contra la polio, sarampión, paperas y rubéola tanto en las zonas controladas por el Gobierno como por los rebeldes.
"Queremos vacunas para llegar a cada niño sirio dondequiera que estén, ya sea en una zona conflictiva como en una zona donde el Ejército sirio esté presente", ha asegurado el viceministro de Asuntos Exteriores, Faisal Mekdad.
"Debe llegar a cada niño sirio y nos comprometemos a ello, y garantizaremos todas las oportunidades a las organizaciones humanitarias para que lleguen a los niños sirios", ha recalcado el ministro, aunque no ha precisado cómo hará el Gobierno para garantizar la entrega de los suministros.
Mekdad ha asegurado que la ayuda humanitaria llegará a todas las partes de Siria y ha mencionado las ciudades de Alepo, Al Hasakah, Idlib y Deraa, donde según el ministro los civiles están "sitiados" por los rebeldes que tratan que derrocar al presidente sirio, Bashar al Assad.
El ministro ha informado de que al menos 60.000 residentes de las ciudades chiíes de Nubl y Zahra, en manos de la fuerza rebelde, se han quedado sin suministros de ayuda humanitaria. Sin embargo los activistas opositores han asegurado que las fuerzas leales a Al Assad están empleando el asedio y la hambruna como táctica militar en las zonas cercanas a Damasco como Muadamiya y Ghouta.
Por otro lado, Mekdad ha acusado a los rebeldes de esas zonas de usar a los civiles como escudos humanos y ha asegurado que dispararon un convoy de ayuda humanitaria que trataba de llegar a Muadamiya. El ministro ha afirmado que unas 4.500 personas han tenido que abandonar la ciudad.
Ante esta información los activistas han afirmado que al menos 230 hombres que trataban de abandonar la ciudad han sido arrestados y llevados a un recinto de la Fuerza Aérea de Inteligencia.