El Gobierno responsabiliza a los tamiles del "ruin" ataque suicida que ha matado al ministro de Carreteras

Actualizado: domingo, 6 abril 2008 12:45


COLOMBO, 6 Abr. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Sri Lanka confirmó que al menos 12 personas, entre ellas el ministro de Carreteras, Jeyaraj Fernandopulle, han muerto en un atentado suicida perpetrado hoy cerca de la capital y del que las autoridades han responsabilizado a los tamiles por un acto que el presidente, Mahinda Rajapakse, calificó de "acto ruin y cobarde" que exhibe el "desprecio" de los rebeldes por "los compromisos democráticos".

El ataque, que todavía no han confirmado los propios rebeldes, tuvo lugar en la ciudad de Weliveriya, a 30 kilómetros de Colombo, donde Fernandopulle se encontraba para dar la salida a una carrera de maratón. Según las últimas informaciones oficiales, el atentado ha dejado una docena de fallecidos y al menos 50 heridos. La muerte del ministro fue confirmada por el director general del Centro de Información para la Seguridad Nacional, Laksman Hulgalla.

La unidad de artificieros presente en el lugar de la explosión confirmó la naturaleza del atentado, que se trató de "un ataque suicida" y "definitivamente perpetrado" por los rebeldes tamiles, según un miembro del grupo policial bajo el anonimato.

Tras el atentado, el presidente de Sri Lanka condenó el atentado y reafirmó la resolución de su Gobierno a la hora de atajar el terrorismo en el país.

"El asesinato de este demócrata tan comprometido muestra una vez más el total desprecio del LTTE -- Tigres de Liberación Tamil, nombre completo del grupo rebelde-- por el proceso democrático, y su compromiso incuestionable con la violencia y el terror para conseguir sus limitados objetivos, que se alejan de los intereses del pueblo tamil que vive en el país", declaró el presidente a través de un comunicado.

Al mismo tiempo, Rajapakse llamó a la "calma" de la población y reiteró que el "cobarde y ruin" ataque no debilitará "la voluntad del Gobierno para erradicar el terrorismo".

Este ataque llega después de una ofensiva militar contra las posiciones rebeldes en el norte del país, y que ha dejado al menos un centenar de milicianos muertos, sólo la semana pasada.