Gomes Júnior seguirá al frente del Gobierno de Guinea-Bissau

Actualizado: viernes, 2 abril 2010 17:16

LISBOA, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

Carlos Gomes Júnior ha anunciado que permanecerá en el cargo de primer ministro pese al intento de golpe de Estado y al secuestro de que fue objeto este jueves, según informó la agencia portuguesa de noticias Lusa.

Por otra parte, el Gobierno ha condenado el uso de la fuerza "para resolver los problemas del país" y expresado su apoyo a Gomes y el jefe de la revuelta militar, el general António Indjai, ha asegurado que la sublevación se debió a motivos "meramente militares" que "en nada" afectan al "normal funcionamiento de las instituciones de la República".

Gomes Júnior anunció su continuidad en el cargo tras reunirse con el presidente de la República, Malam Bacai Sanhá. El primer ministro pudo finalmente salir esta mañana de su residencia oficial después de permanecer varias horas secuestrado por un grupo de militares, según informó el diario portugués 'A Bola'.

Según el rotativo lisboeta 'Público', el objetivo de los militares sublevados era expulsar del poder a Gomes, primer ministro y presidente del gubernamental Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC). El presidente del país, pese a sus divergencias con el jefe del Ejecutivo, advirtió a los militares de que debían respetar la Constitución.

Carlos Gomes Júnior salió esta mañana de su residencia oficial y se reunió con el presidente de la República, según informó este viernes la agencia portuguesa de noticias Lusa. Gomes se encontraba desde este jueves retenido en su residencia privada de Bissau, rodeada por militares que impedían el acceso a cualquier persona que careciera de un permiso especial.

En el encuentro participaron también el fiscal general de la República, la ministra de la Presidencia, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia y el presidente del Parlamento. El objetivo de la reunión era analizar los últimos acontecimientos vividos en el país tras el intento de golpe de Estado.

Un grupo de militares encabezado por el subjefe del Estado Mayor, el general António Indjai, asaltó el jueves la oficina del primer ministro y secuestró al jefe del Ejecutivo, tras lo cual se dirigió al cuartel general de las Fuerzas Armadas, donde detuvo al jefe del Estado Mayor, el almirante Zamora Induta. Posteriormente, Indjai se autoproclamó jefe de las Fuerzas Armadas.

Poco después del secuestro de Carlos Gomes Júnior y de Zamora Induta, según la televisión pública portuguesa (RTP), otro grupo militar invadió la sede de Naciones Unidas en Bissau y liberó al anterior jefe de la Armada, el contraalmirante José Américo Bubo Na Tchuto, quien se encontraba refugiado en el edificio desde hacía 94 días tras protagonizar un anterior intento de golpe de Estado.

"MOTIVOS MERAMENTE MILITARES"

El almirante Zamora Induta se encuentra detenido en la base aérea de Bissalanca, a pocos kilómetros de la capital. Induta, de 44 años, asumió interinamente el cargo en marzo de 2009 inmediatamente después de los asesinatos de su antecesor, Batista Tagmé Na Waié, y del ex presidente 'Nino' Vieira. Fue confirmado en el cargo en octubre de 2009 con el propósito expreso de modernizar el Ejército guineano. Se da la circunstancia de que el almirante Induta --formado en Estados Unidos-- asumió entre 1998 y 1999 el cargo de portavoz de la Junta Militar surgida del derrocamiento de 'Nino' Vieira.

Respecto a los posibles motivos del intento de golpe de Estado, el presidente Sanha --quien, al igual que Gomes, pertenece al PAIGC, una formación que controla el poder desde que Guinea-Bissau obtuvo la independencia de Portugal, en 1974-- lo atribuyó a "discrepancias en el seno del Ejército que han afectado al Gobierno".

En este mismo sentido, el general Indjai ha asegurado en un comunicado dirigido "a la opinión pública nacional e internacional", en nombre del "Estado Mayor de las Fuerzas Armadas", que "el acontecimiento del 1 de abril de 2010 se ha tratado de un caso meramente militar que en nada afecta al normal funcionamiento de las instituciones de la República".

Entre estos motivos "meramente militares", Indjai se refirió a una carta publicada en Internet por el jefe de la contrainteligencia, el coronel Samba Djaló --quien ha sido detenido por los golpistas--, en la que denunciaba problemas internos en el PAIGC y atacaba a "altos dignatarios del país", una carta que, según el líder golpista, "constituye una flagrante violación del principio de imparcialidad" de las Fuerzas Armadas. Otros motivos, añadió, son "el uso de la institución militar para fines que le son ajenos" y "el caso del contraalmirante José Américo Bubo Na Tchuto".

Bubo Na Tchute, acusado de intentar un golpe de Estado en agosto de 2008, se refugió clandestinamente en los locales de la ONU el pasado 28 de diciembre después de regresar a su país procedente de Gambia. Desde la sede de la Oficina de la ONU en Guinea-Bissau (UNOGBIS) anunció que su intención era solucionar su caso de forma "pacífica y legal".

El pasado mes de enero, el Gobierno reclamó al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, la entrega de Bubo Na Tchute. Tras la declaración efectuada desde la UNOGBIS, el Ejecutivo endureció su tono y exigió su entrega "inmediata" e "incondicional". Las autoridades habían puesto en marcha una comisión de investigación para establecer cómo había podido regresar clandestinamente a Bissau el ex jefe de la Armada.

Según la prensa portuguesa, Bubo Na Tchute podría estar acusado de haber ganado grandes cantidades de dinero mediante el tráfico de drogas o, simplemente, de "cerrar los ojos" ante el narcotráfico que pasa por las aguas jurisdiccionales guineanas. También se sospecha de que Indjai está relacionado con este tráfico. Guinea-Bissau es un país acostumbrado a los golpes de Estado y se ha visto sacudido por varias crisis desde que alcanzó su independencia en 1974.

En todo caso, los ojos de la comunidad internacional están pendientes del país por haberse convertido en un punto estratégico en el comercio internacional de drogas. Aprovechando las porosas fronteras y los escasos efectivos del país, los traficantes han convertido Guinea-Bissau, y en particular el archipiélago de las Bijagos, en un punto de tránsito de la cocaína en su camino desde Latinoamérica hacia Europa, a menudo con la complicidad de las Fuerzas Armadas.