NUEVA YORK, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado este sábado su preocupación por el nuevo brote de violencia que afecta a República Centroafricana.
"El secretario general está muy preocupado por el incremento de la violencia en República Centroafricana en los últimos días", ha explicado un portavoz de Guterres en un comunicado oficial.
En concreto se recuerda el ataque contra el campamento de desplazados de Alindao en elq ue murieron 37 personas el pasado 15 de noviembre, un ataque atribuido a la Unión por la Paz en República Centroafricana.
En otro ataque contra una base de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización en República Centroafricana (MINUSCA) del 16 de noviembre en Gbambia en el que murió un 'casco azul' tanzano. El ataque sería obra del grupo armado Siriri.
"Los 'cascos azules' protegían a civiles que buscaban refugio en su campamento cuando la localidad de Gbambia fue atacada. El 'casco azul' tanzano resultó herido en el ataque y más tarde sucubió a sus heridas", apunta el portavoz de Guterres.
El máximo responsable de la ONU traslada "sus más profundas condolencias" a las familias de todas las víctimas y al Gobierno de la República Unida de Tanzania. "Los ataques contra 'cascos azules' de la ONU y contra civiles indefensos podrían constituir crímenes de guerra", añade Guterres.
Miles de personas han muerto y una quinta parte de los 4,5 millones de habitantes de la República Centroafricana han huido de sus hogares en un conflicto que se desató después de que los rebeldes de Séléka derrocaran en 2013 al presidente François Bozize.
A pesar de haber elegido a un nuevo líder en 2016, el país ha seguido enfrentándose a la inestabilidad política y la violencia entre comunidades. Según señalan medios locales, en los últimos ocho meses otros tres sacerdotes han sido asesinados por los grupos armados en la República Centroafricana: Desiré Angbabata, muerto en marzo; Albert Toungomalet Baba, en mayo; y Firmin Gbagoua, en junio.
