Hariri reconoce que su Gobierno no pudo resolver la crisis en Líbano y pide a Diab que escuche a los manifestantes

El primer ministro en funciones de Líbano, Saad Hariri
El primer ministro en funciones de Líbano, Saad Hariri - -/Dalati & Nohra/dpa - Archivo
Actualizado: viernes, 20 diciembre 2019 22:31

MADRID, 20 (EUROPA PRESS)

El ex primer ministro de Líbano Saad Hariri ha reconocido que su Gobierno no logró resolver los principales problemas del país y ha pedido a su sucesor, Hasán Diab, que escuche la voz de los manifestantes para dar respuestas a sus demandas.

"Tengo que reconocer que nosotros, como autoridad, fallamos en muchos lugares. ¿Solucionamos la crisis de electricidad y telecomunicaciones? No hicimos nada de eso", ha resaltado, en declaraciones a la cadena de televisión MTV.

Así, ha manifestado que las decisiones del Ejecutivo estaban "todas politizadas" y ha señalado que todas ellas eran "interpretadas" según los intereses de cara uno de los ministros. "¿Cómo puede la gente confiar en un Gabinete así?", se ha preguntado.

"Fracasamos a la hora de escuchar las aspiraciones de la gente. Salieron a las calles y todos hemos escuchado sus crisis. Ahora tenemos que formar un Gobierno de especialistas", ha manifestado, al tiempo que ha resaltado que las protestas le han "enseñado mucho".

En este sentido, Hariri ha hecho un llamamiento a unir esfuerzos para satisfacer las demandas de los manifestantes, tal y como ha recogido el portal local de noticias Naharnet.

"Siempre debemos ser optimistas", ha dicho, respecto a la posibilidad de que el país supere la crisis política y económica que atraviesa. "El optimismo es imperativo", ha resaltado.

Por otra parte, ha justificado su decisión de no presentar su candidatura al cargo por su "sorpresa" ante la postura de Fuerzas Libanesas --aliada de su partido, pero que dijo que no respaldaría a ningún candidato-- y su "preferencia" porque "haya paz entre sectas". "Siempre soy moderado", ha zanjado.

Hariri hizo a última hora del jueves un llamamiento a sus seguidores para que no bloqueen carreteras ni participen en protestas en respuesta al nombramiento de Diab. "La calma y la responsabilidad nacional son nuestra prioridad", dijo.

"La crisis que atraviesa Líbano es peligrosa y no permite ninguna alteración de la estabilidad", manifestó el ex primer ministro a través de un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.

REUNIÓN CON DIAB

Hariri se ha reunido durante el día con Diab, quien ha dicho que el encuentro "tiene un sabor especial" y ha aplaudido su llamamiento a la calma. "Esas posturas expresan la posición de un estadista", ha argumentado.

"La atmósfera fue positiva para todos", ha explicado, antes de agregar que Hariri "está expresando toda la cooperación para formar gobierno". Diab ha recalcado que buscará un gobierno de "especialistas e independientes".

Diab, un académico y exministro de Educación, fue nombrado el jueves como primer ministro designado con el apoyo del partido-milicia chií Hezbolá y de sus fuerzas aliadas.

Tras el nombramiento se sucedieron las críticas contra Diab en las redes sociales y se registraron nuevas protestas en diversos puntos del país, también frente a la vivienda de Diab en la capital, Beirut.

NUEVOS ENFRENTAMIENTOS

En este contexto, la capital del país ha sido escenario en la tarde de este viernes de nuevos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y seguidores del partido Al Mustaqbal de Hariri que protestan contra el nombramiento de Diab.

Los incidentes han estallado después de que el Ejército haya reabierto una carretera en el área del paseo marítimo, tras lo que varios concentrados han lanzado piedras y petardos contra los militares y han incendiado neumáticos.

En respuesta, los soldados han respondido empleando gases lacrimógenos, según el portal local de noticias Naharnet. El Ejército ha señalado que siete militares han resultado heridos a causa de las pedradas.

Las protestas en Líbano arrancaron a principios de octubre después de una caída de la moneda local por primera vez en las últimas dos décadas, pero el descontento se arrastraba desde julio, cuando el Parlamento aprobó un presupuesto de austeridad para hacer frente al déficit.

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