MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ciudad de Quetta, en el este de Pakistán, está este lunes completamente paralizada por la huelga general convocada para protestar contra el atentado suicida que el domingo por la tarde se cobró la vida de 30 personas en el barrio de Hazara Town, uno de los más humildes de la localidad. Otras 65 personas resultaron heridas.
Este lunes han muerto otros dos de los heridos en el atentado, la última muestra de la violencia sectaria que afecta a la región de Baluchistán, de la que es capital Quetta, con grupos radicales suníes activos que atentan frecuentemente contra la minoría chií. Precisamente los chiíes son mayoría en el barrio de Hazara Town.
La huelga, que ha reducido drásticamente el tráfico en la ciudad, ha sido convocada por organizaciones como el Partido Democrático Hazara, la Conferencia Chií y Majlis Wahdat e Muslimeen (MWM) y otros grupos políticos. Precisamente MWM ha convocado tres días de luto nacional y ha acusado a las autoridades policiales, políticas y judiciales de no hacer lo suficiente para evitar este tipo de atentados.
"Si simplemente se comprometieran a no permitir que ocurra otra vez, Pakistán estaría libre de terrorismo", ha señalado la dirección del MWM en la provincia de Punjab.
Mientras, la Policía investiga lo ocurrido. Un responsable policial, Mir Zubair, ha señalado que creen que el suicida era un hombre de origen uzbeco que llegó al lugar en bicicleta.