Siria, guerra, Alepo
REUTERS
Actualizado: lunes, 7 diciembre 2015 20:57

MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

El incremento de los combates y bombardeos durante la última semana en la ciudad de Azaz, en la Gobernación de Alepo, amenaza a las pocas estructuras sanitarias que aún funcionan en la región, entre ellas un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF), según ha señalado la organización en un comunicado.

"Desde hace unos días, con los combates al este y oeste del distrito de Azaz y los bombardeos cada vez más cerca de nuestro hospital, el riesgo para nuestros pacientes y el personal sanitario está llegando a límites insostenibles", ha advertido el coordinador general de los proyectos de MSF para el norte de Siria, Carlos Francisco.

Según el cooperante, a pesar del creciente número de pacientes que tiene que atender el hospital --debido al cierre de varios centros de salud y el incremento de la violencia-- se han tenido que reducir las actividades. "El siguiente paso sería cerrar un hospital que atiende a una población de cerca de 50.000 personas", ha alertado.

El hospital de MSF en el distrito de Azaz atendió entre junio y octubre de este año 23.000 consultas y 11.000 urgencias, además se practicaron un millar de cirugías. El centro es una de las principales estructuras del norte de la provincia de Alepo e incluye servicios de hospitalización, cirugía, unidad de urgencias y maternidad.

INTERRUPCIÓN DE LOS SUMINISTROS

Durante el fin de semana, la intensificación de combates y ataques aéreos obligó a MSF a paralizar el traslado de la ayuda humanitaria que reciben más de medio millón de personas en Azaz y el este de Alepo, una ayuda ya de por sí escasa. "En los últimos días varios convoyes han sido bombardeados y, el pasado jueves, un camión que iba a recoger kits de invierno (para 40.000 personas) con destino a Alepo recibió varios disparos", ha explicado Francisco.

La escalada de violencia está a punto de cortar la carretera que une Alepo y Kilis, en Turquía, una vía clave para el suministro de la región por la que pasa "casi toda la comida, combustible y ayuda humanitaria" para las 600.000 personas que viven en la zona. "Los hospitales y puestos de salud dependen de los medicamentos que se envían por aquí", ha denunciado el coordinador general.

RESPETO DEL DERECHO HUMANITARIO

MSF ha llamado a todas las partes en el conflicto sirio para garantizar el transporte de suministros básicos y la atención médica a la población de la zona y ha reiterado que deben realizarse todos los esfuerzos necesarios para evitar víctimas civiles y la destrucción de infraestructuras esenciales, como los hospitales.

"Deben cesar los ataques contra centros médicos, que se han multiplicado en las últimas semanas y han causado cientos de víctimas, incluyendo mujeres, niños y personal médico", ha conminado la organización humanitaria.

En octubre, doce hospitales en el norte de Siria, incluidos seis que reciben el apoyo de MSF, fueron bombardeados. En las dos últimas semanas, los centros de Zafrana (en la provincia de Homs) y de Erbin (en las afueras de Damasco) también han sido objeto de los ataques. "Viendo la frecuencia con la que se producen los bombardeos a los hospitales en Siria, lo cierto es que estamos extremadamente preocupados por la seguridad de los pacientes y del personal sanitario del hospital del distrito de Azaz", ha explicado Francisco.

En el conjunto de Siria, MSF gestiona seis centros médicos y apoya directamente a más de 150 puestos de salud y hospitales de campaña de todo el país, con especial atención en las zonas sitiadas. En concreto, la organización apoya a 35 hospitales y centros de salud en el distrito de Azaz y el este de la ciudad de Alepo.

MSF proporciona medicamentos y equipamiento médico, apoyo técnico y formación a distancia para ayudar a los médicos sirios a enfrentarse a unas necesidades médicas extremas.

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